SANTIAGO.- Como una forma de notificación antes de que la Tesorería General de la República retenga dinero en la próxima devolución de impuestos, las instituciones del Consejo de Rectores (CRUCh) publicaron la nómina de los deudores del Fondo Solidario, que desde 1994 reemplaza al Crédito Universitario.
Según un artículo de
"El Mercurio", en esta oportunidad, todos los planteles, excepto la U. de Magallanes, informaron que en total tienen 76.342 ex alumnos morosos, cuya deuda asciende a cerca de $533 mil millones.
Aunque el monto es inferior al que declararon hace dos años ($731 mil millones), éste sigue siendo considerable. Sin ir más lejos, la cifra equivale al 99% del presupuesto que destinará el Gobierno este año para la gratuidad en educación superior.
"Hace años que se ha ido perfeccionando el sistema de cobros del Fondo Solidario. Lo que ocurre es que por definición el fondo lleva incorporado un déficit", sostiene Claudio Elórtegui, rector de la UC de Valparaíso.
Y explica que el fondo "es un crédito que tiene un porcentaje significativo de subsidio, según el ingreso posterior que tenga el estudiante. Si una persona no trabaja y no paga nada, luego de algunos años la deuda se extingue".
El rector añade que, por lo mismo, "muchas universidades del CRUCh hemos hecho un aporte grande a este fondo, que ha permitido que los estudiantes prácticamente no paguen".
Situaciones críticas
La U. de Chile, que este año informó de manera independiente su situación, es el plantel con más deudores: 10.808 ex estudiantes que en total adeudan más de $67 mil millones.
Le sigue la U. de Santiago, donde 7 mil ex alumnos aún no cancelan $46.500 millones. El rector de este plantel, Juan Manuel Zolezzi, sostiene que "obviamente es una cantidad impresionante, pero nosotros también debemos ser de los que más prestamos al Fondo Solidario".
Añade que el dinero que deben los ex estudiantes de su plantel es una deuda que se arrastra de muchos años.
Al principio, "mucha gente creía que esto iba a funcionar y no funcionó. Esto fue un crédito fiscal que se creó el año 1981, después se convirtió en crédito universitario y después se transformó en el fondo solidario. Y esa mecánica que se creó en 1981 no funcionó, porque la gente no pagó".
Zolezzi también critica que "el Estado de Chile fue incapaz de cobrar el Fondo Solidario a través de la Tesorería General de la República", lo que implicó que ese trámite se derivara a las universidades, y "por ningún motivo nosotros somos instituciones de cobranza".
El Fondo Solidario es un crédito que se entrega en Unidades Tributarias Mensuales (UTM) y se comienza a pagar a los dos años de egreso, con una tasa de interés de 2%, y según los ingresos que recibe el beneficiario del fondo. A quienes no cancelan se les aplica una multa de un 1% por sobre la deuda.
Con esto, se generan casos como el de un ex alumno de la U. de Santiago que, según el documento del CRUCh, adeuda más de 1.000 UTM.
