SANTIAGO.- Las nuevas tecnologías han comenzado a expandirse a pasos agigantados. Nuevas redes sociales o aplicaciones son sólo algunas de las formas de vida que toman cada vez más fuerza y que obligan a modificar nuestro comportamiento en cuanto a lo tradicional, como por ejemplo, tomar un taxi.
Es en este rubro donde está instalada la polémica, tras la aparición de una serie de aplicaciones que permiten solicitar un servicio de taxi mediante el teléfono celular. Las quejas apuntan directamente a Uber, empresa estadounidense que no contaría con los permisos requeridos para este negocio.
La autoridad es clara y señala que las personas que utilicen servicios de transporte informal se exponen a que el vehículo sea conducido por un conductor no profesional y a que el auto no cuente con las condiciones técnicas y de seguridad requeridos.
Es en este último punto en donde se ha iniciado el debate de nuestros comentaristas, quienes han manifestado su opinión respecto a la calidad del servicio de los taxis comunes y esta nueva forma de viajar.
Carmen Aguirre señala que con Uber se sabe desde el primer momento cuánto costará el traslado. "No necesito dinero porque el costo se carga a mi tarjeta de crédito, sé exactamente en cuantos minutos me va a pasar a buscar. Además sé el nombre del chofer, la patente y el auto que me llevará. Ninguna de estas cosas las puedo saber en el caso de los taxis normales", comenta.
Nico Navarro, taxista, señala que ni Cabify ni Uber son empresas de transportes, porque ambas se reconocen a sí mismas como sistemas de cobro, por lo que en caso de accidentes la responsabilidad recaería en el prestador del servicio, que en estos casos es el dueño del auto.
En el caso de Uber, los vehículos no cuentan con patente de taxi para trabajar, por tal motivo en caso de sufrir alguna emergencia, el pasajero no está cubierto por ningún tipo de seguro.
A la opinión de Nico Navarro se suma la de Juan E. Hernández, quien coincide en que esta nueva forma de solicitar transporte no protege a los pasajeros en caso de sufrir algún tipo de accidente durante el trayecto. "Es el pasajero quien tendrá que correr con los gastos médicos ya que el servicio no posee seguro de asiento, que es formalmente adquirido por lo taxis con patente correspondiente en nuestro país", señala.
Hernández además no sólo considera el servicio como ilegal, sino que también lo tilda de injusto, puesto que los taxistas tradicionales deben pasar por una serie de protocolos para tener todo al día y poder trabajar, a diferencia de los que forman parte de las dos aplicaciones antes mencionadas.
Jorge Riquelme no quedó ajeno a esta discusión y se refiere a las diferencias que existen entre el taxi tradicional y esta nueva forma de transporte. "Los autos son mil veces más equipados, más cómodos, mucho más seguros (airbags por todos lados). Choferes identificados con nombre y apellido, foto, patente, amables, atentos. Puntuales, te ofrecen encender el aire acondicionado y la radio según tu preferencia, la boleta llega directo al correo electrónico, no manejas efectivo, todo se hace a través de una tarjeta pre registrada", explica.
¿Y tú qué servicio prefieres?