SANTIAGO.- "Esa noche habíamos cinco bomberos, dentro de ellos, nuestro capitán que falleció". Así comienza el recuerdo de Daniel Fuenzalida, ex bombero sobreviviente de la guardia nocturna del 27-F en Constitución, Región del Maule.
El primer nombre que se le viene a la cabeza es el del voluntario Carlos Seibt Villegas, aplastado por la estructura del cuartel que cedió con el 8,8° Richter de aquel sábado inolvidable que dejó 156 fallecidos y mantiene a 25 personas desaparecidas.
Su compañía lo recordó esta madrugada con una ceremonia a seis años de su inesperada partida. "Él ese día no andaba de capitán, sino de maquinista, porque su pasión eran los carros...".
Fuenzalida respira profundo y sigue con su relato de la tragedia que hoy tiene a la Presidenta Michelle Bachelet visitando la Región del Maule. Sin embargo, la agenda
no contempla a la comuna de Constitución.
"Estábamos viendo el Festival de Viña y fuimos a acostarnos como a las 3:00 horas. El momento exacto del terremoto no lo logro recordar ¿Por qué? No lo sé...", dice a Emol.
"De lo que recuerdo, miré hacia el cerro Estadio y vi sólo un resplandor blanco, tal vez por la pared del cuartel que colapsó hacia atrás provocando que se caiga el cielo de la pieza de guardia, que además bota un pedazo de muro".
La guardia era una pieza larga ubicada en el segundo piso y su acceso estaba mirando al mar.
"Los bomberos trabajan con unas jardineras que se enrollan en las botas y que es fácil de colocarse. No sé en qué momento lo hice y bajamos. Después salimos por el portón principal para sacar los carros, pero no se movió más de 20 centímetros porque era pesado, antiguo, metálico. Era, porque ya no existe".
"Ahí nos juntamos con el resto de los bomberos que estábamos de guardia. Fuimos a buscar a la operadora, porque la central de alarma estaba en el primer piso, en una casa aparte del cuartel que estaba debajo de la torre que se trizó y cayó encima. Gracias a Dios, a la operadora no le pasó nada, sólo el susto. Ella estaba bloqueada y no quería salir", cuenta.
"No teníamos comunicación con nada. Mi radio y mi teléfonos se quedaron. Había que ir al cerro Alto y prácticamente obligamos a la operadora, subimos por la calle Vial. Había muchas casas en el suelo, polvo. Nosotros le gritábamos a la gente que fuera a la zona alta y todos caminando", añade.
"Había casas abiertas sin gente. De ahí seguimos. Hay gente que me dice si yo estuve contigo, pero no lo recuerdo y no sé por qué".
Lamenta no revivir todo con detalles, pero psicólogos le han dicho que uno puede bloquearse después de un evento de tal magnitud.
"Luego nos concentramos en el Cesfam, donde se hizo el puesto de mando, pero alguien saca un carro de bomberos y llega adonde estábamos. Me subí al carro y bajamos por calle Tocornal a buscar gente".
Tras este recuerdo respira profundo y señala cómo supieron que se venía el tren de olas que arrasó con la comuna.
"En el carro teníamos sistema de radio y un radioaficionado hacía puentes con unas embarcaciones, que avisaban que venía entrando una ola. Nosotros estábamos a tres cuadras del río y otro voluntario empieza por el alto parlante a gritar que venía las olas".
"Yo quedé marcado con esto. Ya no soy bombero, me salí al año del terremoto por estudios, porque ya no podía seguir convalidando. Pero sí trato de ir todos los años a dejar una velita y a ver el acto para recordar a Carlos".
¿Qué piensa de la reconstrucción a 10 años del 27-F?
"Hasta no hace mucho se instalaron viviendas para damnificados. Hay muchas promesas que no se han cumplido, pero, en una opinión aterrizada, creo yo, nadie puede reconstruir una ciudad de un día para otros. Pero se hicieron muchas promesas que se incumplieron y que eran difíciles de cumplir".
Luis Daniel Fuenzalida hoy es técnico en comunicación audiovisual, camarógrafo y trabaja en el canal Contivisión.