SANTIAGO.- La semana pasada un fallo del Primer Juzgado de Familia de San Miguel le concedió la tuición de M.J., una niña de sólo cinco años, a Jaqueline Díaz Cabezas, ex pareja de la madre biológica de la menor que hoy precisamente está de cumpleaños.
Desde el nacimiento de M.J. -la tercera de tres hermanos- Jaqueline estuvo a cargo de su cuidado. Ella y Carolina Soberzo Noguera, la madre de la niña, tenían una relación esporádica desde hace muchos años. "De hecho, yo cuidé a uno de los hijos de ella, el anterior a M.J.", cuenta a Emol Jaqueline.
Es por eso que antes de que la menor cumpliera un año de vida, Carolina dejó en manos de Jaqueline a su hija y abandonó la casa que compartían porque "tenía otras prioridades".
"Las llamadas y las visitas variaban de acuerdo a las relaciones que ella (Carolina) tenía. A veces, cuando estaba muy entretenida en sus relaciones, no aparecía en mucho tiempo. Era bastante inestable", afirma Jaqueline.
El 22 de diciembre, tras casi cuatro años de ausencia con visitas muy esporádicas, Carolina le pidió a Jaqueline pasar la Navidad con su hija.
Un acuerdo de palabra entre ambas sostenía que la devolvería el 25 de ese mes, sin embargo, esto no ocurrió. Fue entonces cuando Carolina y Alejandro, el padre de sus tres hijos, acudieron a la justicia para pedir la tuición de M.J.
Alejandro ya contaba con la custodia de los dos niños mayores "porque ella (Carolina) se los cedió", explica Jaqueline. Sin embargo, él "tampoco había estado presente y no sabía cuál era la situación actual" de M.J.
A pesar de que la jurisprudencia no preveía un buen resultado para Jaqueline, el 23 de febrero de este año el tribunal familiar falló en su favor y le concedió la custodia de la niña por un periodo de 90 días, mientras se resuelve el caso definitivamente.
"Ahora creo en la justicia", comenta feliz Jaqueline. "La jueza ni siquiera se lo cuestionó, escuchó a las partes y decidió", dice.
Agrega que "teníamos todas las pruebas de que yo la había criado, porque tenía todos los papeles médicos, de salud, del colegio. Además pude comprobar negligencia de la madre cuando se la llevó".
"Por eso me dieron la custodia, porque fue muy inestable con los hijos anteriores también. Habían 30 audiencias anteriores por violencia intrafamiliar", afirma Jaqueline.
Después del fallo
Jaqueline alega que M.J. fue muy expuesta en el proceso y fue objeto de manipulación de sus padres. Cuenta que "cuando me la trajeron el día en que tenían que traérmela, yo la saqué del auto, la entré y ella me abrazó y me dijo 'mama te he extrañado'. Después de eso volvió a ser la misma, casi automáticamente".
"Cuando ella me pregunta por esto, yo le digo que son problemas de adultos, que igual va a seguir viendo a Carola y Alejandro, pero que con quien tiene que estar ella por el momento es conmigo", sostiene.
En cuanto a su relación con la madre de la niña, Jaqueline señala que "a ella nunca se le ha escondido nada, ella me dice mamá y la Carola también es su mamá. Ella tiene dos mamás. Nosotros le decimos que es especial porque tiene más mamás".
Según Jaqueline, la madre biológica no reaccionó bien al fallo del tribunal "pero sabe que no puede hacer nada porque estaría violando algo que dictaminó la jueza".
Alejandro ha llamado a su hija en dos oportunidades desde la decisión del juzgado familiar, mientras Carolina no ha ido a visitarla en ninguna ocasión durante este periodo de tiempo.
"Ayer les pedí que llamaran a la niña para que la felicitaran para su cumpleaños, pero hasta el momento no ha llamado ninguno de los dos", afirma Jaqueline.
Una victoria para el Movilh
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) asesoró a Jaqueline durante todo el proceso. Según su dirigente, Rolando Jiménez, "la llevamos a los tribunales de familia teniendo en cuenta que los tribunales siempre privilegian el cuidado del menor asignándoselo al padre o madre biológicos".
"Logramos acreditar en la audiencia que la madre biológica no tiene la idoneidad para hacerse cargo de la niña (...) con los antecedentes parentales que tenía la madre y una serie de antecedentes de violencia intrafamiliar acreditados por los tribunales", aseguró Jiménez.
El líder del Movilh afirmó que "para todos los efectos prácticos ha sido Jaqueline la madre, la que se ha preocupado de la salud, del jardín infantil, de la psicopedagoga, de generarle los afectos a la niña".
Alaba la decisión del juzgado de familia y sostiene que "aquí lo que ha hecho el tribunal es recoger los parámetros que tiene la Convención Internacional de Derechos del Niño, que es velar por el interés superior de la niña, lo que significa entregarle el cuidado a Jaqueline".
Los pasos a seguir para Jaqueline es esperar la decisión final de la justicia tras revisar la evidencia presentada por ambas partes, pero Jiménez espera que los jueces "mantengan el criterio de que con Jaqueline está garantizado el bien superior de la niña y por lo tanto, que ella tenga el cuidado personal de forma permanente o al menos en un plazo largo".
Asegura que terminado el proceso y superadas las barreras administrativas, aconsejarán a Jaqueline reclamar la adopción de M.J., ya que "tiene los méritos suficientes y va a tener las capacidades y habilidades parentales para sortear todas las pruebas y procesos".
