El alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur.
La Segunda (Archivo)
SANTIAGO.- El alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur, no es un desconocido en el tema del conflicto indígena. Estuvo en los inicios de la formación de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), pero a poco andar se separó de ella y de su forma de actuar, para ser la cabeza de otro referente indígena: la Identidad Territorial Lafquenche, que apuesta por el diálogo.
Por ello afirma a "El Mercurio" que hechos como la quema de seis camiones, el miércoles en su comuna, no deben pasar, pero seguirán ocurriendo si el Gobierno no se sienta a conversar con las empresas forestales y el pueblo mapuche.
Sostiene que la solución pasa por la entrega de tierras por parte de las compañías a las comunidades mapuches que las reclaman.
"En Tirúa se habla de 30 mil hectáreas, no es todo el territorio", dice, y afirma que se ha reunido con directivos de las forestales y que hay ánimo de avanzar en esa dirección, pero los que tienen que hablar en forma directa son la Presidenta con los dueños de las empresas.
"Las forestales también culpan al Gobierno de que no tiene la decisión de buscarle una solución, porque todos están incómodos frente a esta realidad y me imagino que el Gobierno no puede seguir mirando al techo, sino que tiene que hacerse cargo de un tema que no se resuelve con policías, porque no es rol de la policía resolver un tema político", plantea.
Millabur se reunió con la Presidenta Bachelet, a quien le expuso su vía de solución.
"Prestó mucha atención, pero sentí que tiene poco manejo de la realidad. No le hacen saber bien las cosas que pasan", estima y acota que "le hice un llamado para que ella, en calidad de Jefa de Estado, se comunique con los jefes de estas empresas forestales, que son Angelini y Matte, y los llame a buscar una solución, porque si sigue esta situación como está, esto va a ser de nunca acabar".
El edil busca una conexión "de jefe a jefe. Yo le dije que los mapuches siempre queremos hablar de jefe a jefe. Si hablamos con los dueños podremos tener la última palabra, saber si hay voluntad de resolver este problema o no. Y si no están de acuerdo los empresarios, no podemos estar prisioneros de su voluntad y tendremos que ser capaces de tomar decisiones de Estado y eso se podrá resolver con legislación, con políticas públicas, pero tiene que ser una decisión de alto nivel".