Alejandro Balart, El Mercurio
SANTIAGO.- Una férrea defensa del trabajo de Carabineros en la zona del llamado conflicto mapuche realizó ayer el general director de la institución, Bruno Villalobos, quien respondió a las críticas que han recibido tras la seguidilla de atentados incendiarios que han afectado a la maquinaria forestal en el sur del país.
La tarde del martes estuvo en el sitio en el que la semana pasada fueron quemados seis camiones forestales en Tirúa, y ayer en Concepción inauguró la nueva sección del departamento OS-9 , que investigará a las organizaciones criminales que operan en el área. En esta última actividad, abordó los cuestionamientos a la inteligencia policial, señala
El Mercurio.
Aunque reconoció el aumento y mayor violencia de estos ataques, que han motivado que los contratistas llamen a una movilización la próxima semana, resaltó que en los delitos relacionados a la sustracción de madera en el sur de la provincia de Arauco han tenido éxito y se detuvo a unas 300 personas en 2015.
"Aquí los carabineros no trabajamos solo para ese grupo de gente (las víctimas de quema de maquinaria forestal). Tenemos que prevenir todo lo que pasa en la zona. Entonces, no nos echen la culpa a los carabineros (…) somos uno de una serie de responsables del tema, así que déjennos trabajar tranquilos", manifestó.
Agregó que no ha visto a nadie destacar el trabajo de los funcionarios, "sino que todo lo malo", y que estos están cumpliendo con su deber.
"Pidan a otros estamentos que están involucrados en el asunto la misma rigurosidad que le están pidiendo a Carabineros", expresó.
—¿A cuáles estamentos?"Ustedes saben quiénes participan en esto", afirmó antes de retirarse, sin aceptar preguntas.
Burgos a los fiscales
En la institución explican que existe un sentimiento de frustración por la labor no reconocida —hay noches en que más de 30 vehículos patrullan para evitar incendios, lesiones, usurpaciones o amenazas a los vecinos—; el "acoso" del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que suele calificar la actuación de Carabineros como "excesos" o "discriminación", y la pronta libertad de quienes son detenidos, sin siquiera medidas precautorias.
"Hay otros actores sociales y autoridades que también son parte de la solución y poco o nada se les critica", comentan.
En La Moneda, el ministro del Interior, Jorge Burgos, expresó ayer —a propósito del ataque que arrasó con una capilla en Vilcún el martes— que "espero que los fiscales, con el mismo rigor que investigan otras causas (…) sigan investigando y tengamos resultados frente a delincuentes que actúan sobre bienes privados, públicos y, en este último caso, sobre un lugar de culto".
Villalobos también criticó que la ley, a su juicio, no les dé todas las herramientas a las policías para investigar los delitos de violencia rural.
"Revisen la ley que tenemos, y verán qué atribuciones tiene la Ley de Inteligencia con respecto a estas investigaciones y hagan una comparación con las facultades que tiene la Ley de Drogas, y vean cuál tiene más facultades para investigar".
Dijo esperar que el proyecto legislativo que fortalece la indagación delictual "salga luego".
"Estamos trabajando en obtener información y mejorar, pero hago hincapié en que la función de inteligencia la cumplimos con las armas que tenemos", recalcó.
En ese contexto, señaló que "la función que cumple la inteligencia es importante; lo que pasa es que no podemos decir qué hace y qué no hace. Más de 300 detenidos (por sustracción de madera en la provincia de Arauco) no salen de la casualidad, nacen de investigaciones y en ellas, la información la aporta inteligencia. Yo creo que inteligencia cumple su función, y bien... Hay una serie de atentados que hemos evitado".
Concluyó que si bien tras los hechos de violencia hay motivaciones distintas en la provincia de Arauco y en La Araucanía, "el trasfondo del actuar de los grupos es el mismo: crear una ficticia inseguridad".