El diputado Osvaldo Andrade.
Aton
VALPARAÍSO.- El diputado socialista Osvaldo Andrade asumirá la próxima semana como presidente de la Cámara de Diputados y aunque está abocado a diseñar los ejes de su gestión, reconoce que en lo que más ha debido trabajar es aprender a hablar "con filtro".
Fuera de eso, se tiene confianza, debido a su basta experiencia y porque dice llevarse bien con todos los sectores "incluso con la oposición", de hecho la semana pasada almorzó con el ex Presidente Sebastián Piñera. Como ex ministro de la Presidenta Michelle Bachelet durante su primer mandato, ahora se siente responsable de establecer un mejor diálogo con el Ejecutivo.
La falta de acuerdos se hizo bien evidente durante el último período, incluso algunos lo calificaron como "frenesí legislativo" ¿cómo adelanta ese diálogo para este año?
Nosotros legislamos once meses no solo un mes, entonces no puede ser que en enero resolvamos todas las cosas. Yo quiero llegar a un acuerdo con el Gobierno para fijar metas y lo hago desde la buena fe. La interlocución del Gobierno tiene que ser una, tiene que haber un ministro a cargo de esto, lo que no puede suceder es que cada ministro tenga su propia agenda. Mire lo que está pasando en la agenda laboral: no hay una sola voz desde el Gobierno y eso introduce un factor de dispersión y confusión.
¿Usted entonces asume la responsabilidad de establecer un diálogo más fluido entre el Parlamento y el Ejecutivo?
Yo me siento muy convocado para eso. Porque además siempre he tenido muy buen diálogo con la oposición. Yo soy durísimo, pesado, tengo poco filtro, ahora espero tener más filtro, me estoy mandando a hacer un filtro, pero con la oposición nunca he dejado de conversar.
Reconozco que asumo un rol público de dureza, de decir las cosas por su nombre y a mucha gente no le gusta eso, en mi distrito es un bien, pero créame que en lo personal soy un tipo bastante más… no quiero sonar vanidoso, pero soy un tipo simpático, bueno para la talla, soy un tipo que sabe escuchar, que se lleva bien con la gente. La ex ministra (Evelyn) Matthei, antes de que me odiara, decía que era encantador yo me quiero quedar con esa parte, algo de razón tiene.
¿Qué va a ser para manejar su ímpetu? sobre todo porque hay sensibilidades, bien marcadas, al interior de la Cámara
La ironía es parte de un recurso político y claro me nace con mucha facilidad, porque yo soy de población, yo me construí en la calle a pesar de que soy abogado de la Católica, pero soy un tipo que se ha construido en la calle, en la tarea cotidiana. Pero tengo una experiencia sindical, así que para mí las asambleas son parte de lo que ha sido mi vida, y son asambleas duras, difíciles. Y en segundo lugar he sido dirigente partidario mucho tiempo, desde los más bajos cargos a los más altos. Además fui seleccionado nacional de básquetbol, creo que eso también me ayuda.
Ahora deberá dirigir a parlamentarios de todos los sectores. ¿Cómo ve esa tarea?
Tengo la ventaja de que me llevo bastante bien con todos, porque cuando estudié fui compañero de mucha gente que está en la UDI y eso también me ayuda. Igual me controlaré un poquito, trataré que la ironía no se transforme en odiosidad, pero reconozco que no me va a ser fácil porque me salen de la guata muchas veces.
¿Está haciendo algún trabajo en especial para manejar eso?
Voy a tener que hacer un esfuerzo, probablemente ya no tendré mucho espacio para la cuña y sí tendré que dar un poquito más de opiniones elaboradas. Yo soy una persona que sale harto en los medios de prensa, tengo harta visibilidad, no lo voy a negar. Entre otras cosas porque siempre tengo algo que decir, pero si estoy consciente de que efectivamente cuando uno representa a una institución tiene que comportarse de acuerdo con eso.
Transparencia, probidad y mayor protagonismo ciudadano fueron los ejes de los discursos del presidente saliente del Senado y del recién asumido Ricardo Lagos Weber. ¿Cuál será su sello?
Los ejes de mi intervención, y espero la impronta de mi gestión, tiene que ver con darle el carácter a la mesa y a la corporación de un poder del Estado. Es decir la responsabilidad que recae en la mesa y presidencia de la Cámara trasciende a la Cámara. Es una autoridad del Estado y tiene que asumir ese rol desde el punto de vista político formal e institucional. En segundo lugar yo creo que sin lugar a duda hay que enfrentar el problema del prestigio que tiene la institución. Le voy a dar un ejemplo: el sistema democrático debe garantizarles a las personas que puede andar por la calle tranquilamente y en consecuencia yo no sé por qué las autoridades tenemos que andar con escolta. No me lo explico, es un privilegio innecesario.
¿Pero cómo va a lograr una mayor cercanía con la ciudadanía o recuperar su confianza?
La impresión de la gente es que cree que esto es una cueva en que todo es opaco y que nos juntamos, tratamos cosas y nos ganamos un buen sueldo sin hacer mucho y que todas las cosas son raras. Yo quiero terminar con eso y la única forma de terminar con eso es abrir esto. Aquí hay un salón de honor que está desocupado. En Santiago hay una instalación magnifica. Me encantaría que los jueves y viernes esto se llenara de gente y apreciara lo que hacemos. Mi oficina es de dos por tres, no es más que eso y me gustaría que la gente se diera cuenta, pero no basta con que lo diga.
El senador Ricardo Lagos Weber habló de referéndums revocatorios, ¿a usted le parece una herramienta válida para discutir?
El referéndum revocatorio es un viejo tema de discusión en la política institucional, porque en Chile a una autoridad la pueden sacar por sinvergüenza o porque se enfermó, pero cuando es una mala autoridad o porque se equivocó la ciudadanía, no. Pero insisto, en esto no hay una bala de plata, si alguien piensa que con una media va a cambiar la fisonomía está equivocado.
