SANTIAGO.- "Queríamos quemar, pero yo no quería que los viejitos murieran", fue la confesión de José Manuel Peralino Huinca, uno de los detenidos por el doble crimen e incendio en contra del matrimono de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, y que determinó el el inicio de las indegaciones que terminaron en la
detención de 11 presuntos implicados en el caso.
Así lo informó el fiscal de La Araucanía, Alberto Chiffelle, durante la formalización de cargos en contra de los imputados, como uno de los argumentos para pedir la prisión preventiva en su contra, versión que ha sido difundida por la fiscalía regional a través de su cuenta de Twitter.
El persectutor reveló que el imputado prestó declaración en octubre de 2015, agobiado por el cargo de conciencia que tenía por el brutal crimen.
En tanto, el fiscal regional Cristián Paredes –que también participa en la audiencia- afirmó que el siniestro y homicidio fueron "cometidos con la finalidad de producir temor en la población".
En ese sentido, añadió que la declaración de Peralino fue confirmada por las diversas diligencias realizadas tras la confesión voluntaria, entre ellas "el peritaje georeferencial a celulares que portaban esa noche.