ATENAS.- Grecia vive hoy una nueva huelga del sector público contra las reformas del Gobierno, que ha dejado paralizado el tráfico aéreo, mientras continúan en Atenas las negociaciones con los acreedores sobre nuevos recortes a cambio del próximo desembolso del rescate.
La principal diferencia entre esta huelga y las anteriores es que no será un paro general, pues solo la ha convocado el sindicato del sector público, Adedy y no se ha sumado a ella el del sector privado, GSEE.
A cambio, participan en ella por primera vez en años los controladores aéreos, lo que ha paralizado prácticamente todo el tráfico aéreo, pues solo se mantendrán siete vuelos internacionales programados para hoy.
La huelga de los controladores comenzó la pasada medianoche (21.00 GMT) y terminará a la misma hora de hoy.
A pesar de afectar fundamentalmente al sector público, hay varios colectivos que se han sumado a este paro de 24 horas: médicos privados, ambulancias, ingenieros y periodistas.
Adedy convocó esta huelga en protesta contra la reforma de las pensiones y las medidas previstas en el tercer plan de rescate.
La propuesta de reforma de las pensiones, que despierta un gran malestar social, ya ha sido causa de muchas protestas en los últimos meses.
Aunque las pensiones griegas han sufrido once recortes sucesivos desde 2010, el Ejecutivo propone subidas de cotizaciones y bajadas de las pensiones suplementarias, que son una parte fundamental de los ingresos de los jubilados.
"La reforma violenta y neoliberal del Gobierno de coalición de Syriza y de Griegos Independientes (ANEL), continúa la política de austeridad de los gobiernos de Nueva Democracia y de Pasok", dijo Adedy en la convocatoria de esta huelga.
El Gobierno se ha comprometido con la cuadriga de acreedores -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- a ahorrar en total un 1 % del producto interior bruto (PIB) en las pensiones, lo que significa 1.800 millones de euros.