SANTIAGO.- Luego que el tribunal aceptara la suspensión condicional del procedimiento que pesaba en contra los seis acusados por la fallida alerta de maremoto del 27-F, los imputados coincidieron en que hubo deficiencias por parte de los organismos del Estado para actuar de manera eficaz ante una tragedia de esa magnitud.
En sus declaraciones públicas -uno de los requisitos para optar a la salida alternativa al juicio oral- las seis autoridades sindicadas como responsables de la serie de errores en que se incurrieron esa madrugada, aseguraron que existía un sistema precario para enfrentar ese tipo de desastres naturales.
Según aseguró el ex subsecretario de Interior, Patricio Rosende, "este terremoto no solo produjo un colapso total en nuestras capacidades de comunicación y reacción, sino que develó nuestra precariedad como Estado".
"Creo haber hecho lo humanamente posible dadas las condiciones que existían en ese momento. para enfrentar la mayor catástrofe que ha conocido Chile en magnitud, extensión y población afectada", dijo ante la jueza del 7° Juzgado de Garantía de Santiago, Carolina Gajardo.
"Fui vocero de la precariedad del Estado y desde el primer día, he asumido las consecuencias del rol que me correspondió desempeñar en la Onemi. Concurro al acuerdo que nos ha propuesto el Ministerio Público para suspender esta causa con la esperanza de que los familiares de los que murieron esa madrugada, puedan tener el consuelo de que el Estado de Chile reconoce, en la voz de sus representantes en aquella madrugada, la incapacidad que tuvo para reponerse con rapidez frente a la catástrofe", puntualizó.
"Fue una cuestión del todo excepcional"
Por su parte, la ex directora de la Onemi, Carmen Fernández, afirmó que "quiero que se sepa por mí y de cara a todos ustedes, que aquella noche, no obstante, en total colapso especialmente comunicacional el que vivimos y que ciertamente también incluyó a la Onemi, creo haber realizado absolutamente todos los esfuerzos humanos y funcionarios para ir en ayuda y protección de la población como siempre antes actué".
Asimismo agregó que "fue una cuestión del todo excepcional que también -tal vez- pudo haber exigido una respuesta distinta, especialmente del Estado como de sus propios agentes dentro de los que yo también, para aquel entonces, me encontraba incluida".
Ex jefe del Centro de Alerta Temprana de la ONEMI Johaziel Jamett, dijo que el terremoto del 2010 fue el segundo más fuerte de los registrados en el país y fue un "evento particularmente excepcional que vino acompañado de un poderoso tsunami".
"Dada su envergadura, vino solamente a desnudar la vulnerabilidad que teníamos como país para enfrentar eventos de origen natural de alta energía", enfatizó.
Y recalcó: "Evidentemente, no cabe ninguna duda, que el sistema y la institución que estaban presente en Onemi esa noche, y en las diversas regiones afectadas, no estuvieron a la altura de las exigencias. Desde el rol que me tocó desempeñar, no puedo menos que sentirme abatido de todo cuanto ocurrió y por, lamentablemente, la inexistencia de claridades que se requieren en esas primeras horas de máxima exigencia".
Por último, destacó que "el Estado y el sistema de Protección Civil no estuvo a la altura de lo que esperábamos".
"No estábamos preparados para enfrentar una catástrofe de esa envergadura"
El ex director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) Mariano Rojas, agregó al respecto que "ni el Estado en su conjunto ni en particular los diversos eslabones que formaban parte del Sistema Nacional de Emergencia estábamos preparados para enfrentar una catástrofe de esa envergadura".
"No solo fallaron las comunicaciones, también los protocolos de actuación a nivel nacional mostraron toda sus ambigüedades e ineficiencias"
A lo anterior, el ex jefe de operaciones del SHOA Andrés Enríquez, dio cuenta en su declaración pública que "los desastres naturales pueden ser impredecibles y hasta ahora, inevitables", enfatizando que siempre se debe tener en mente que no son provocados por el hombre, pero sí pueden ser enfrentados de mejor manera".
"Esperemos que, a seis años de la tragedia, el país esté mejor preparado y no tengamos que lamentar las trágicas consecuencias de 2010", remató.
Por último, el ex oficial de guardia del SHOA Mario Andina, aseguró que "a la luz de las consecuencias, no puedo sino reconocer que fallamos".
"Qué más hubiese querido yo que haber tenido los recursos, la experiencia y los medios que hoy se tienen para que las cosas sucedieran de otro modo", mencionó, puntualizando que "sin duda, no estábamos preparados como país para esto. Hoy, nuestro sistema de emergencia es otro".
