El canciller Heraldo Muñoz.
Aton Chile/ Archivo.
SANTIAGO.- De forma tajante el ministro de Relaciones Exteriores (RR.EE.), Heraldo Muñoz, aseguró que no responderá más ante "las hostilidades y agravios" que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, formule en contra de Chile.
Así, lo anunció el canciller tras ser consultado por las críticas que el Mandatario boliviano, lanzó ante la decisión de La Moneda de crear una entidad que se denominará la Agencia de la Soberanía, destinada a defender los intereses nacionales y la cual
acusó que defenderá una soberanía robada".
"Yo no voy a responder a las hostilidades, los ataques y los agravios del señor Evo Morales, cada día hay un nuevo agravio. Chile no va a entrar a ese tipo de intercambios, de modo que les anuncio no vamos a responder a los ataques verbales que tienen una lógica que evidentemente no es bilateral y que responden más bien a una lógica interna", sostuvo Muñoz.
Consultado por el viaje que Morales emprenderá al Vaticano y donde espera reunirse con el Papa Francisco, el ministro desestimó también opinar sobre el tema.
Con ello, explicó que "lo que entendemos es que el Presidente Morales no va a una reunión con el Papa Francisco, va a asistir a un seminario organizado por la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano, de modo que no tenemos ninguna opinión sobre la materia (...) y espero que sea escuchado con respeto".
Además, agregó que "reaccionaré si corresponde frente a una situación concreta, pero sabemos a lo que va y no tenemos ninguna opinión al respecto, porque participar en un seminario es algo relativamente común".
Cuenta pública de la Cancillería
El canciller realizó estar declaraciones luego de entregar esta mañana la cuenta pública de la cartera, ocasión en que hizo un balance sobre las relaciones de Chile con sus vecinos, como también con otros países.
En relación a su evaluación sobre las relaciones con Bolivia y Perú, el ministro afirmó que en el primer caso "que más evaluación voy a hacer de la relación bilateral de lo que tenemos frente que es una política de hostilidad, de reiteradas demandas o anuncios de demanda, que lo que hacen es ponernos en una situación de pasado y no de futuro".
Respecto a Perú precisó que "estamos mirando con atención las elecciones presidenciales que evidentemente van a plantear una nueva etapa y una ventana de oportunidad dada la interdependencia que existe entre los dos países".