SANTIAGO.- Se habían demorado en dar su opinión frente a la serie de ataques incendiarios contra las iglesias de las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos, pero finalmente adoptaron una posición frente a estos graves hechos.
Se trata de los dirigentes mapuches, quienes según informó hoy
El Mercurio, repudiaron este tipo de ataques y entre los cuales se encuentran aquellos con posturas "duras" en cuanto a la restitución de las tierras que reclaman como suyas.
La quema de la capilla católica del sector Antiquina y del Centro de Transferencia Tecnológica Agropecuaria (Citta), dependiente de la U. Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), ocurridos en las últimas dos semanas, ha provocado que estos dirigentes saquen la voz y rechacen estos últimos hechos violentos.
"Nuestra demanda siempre ha sido la recuperación de territorio ahora en manos de forestales. Repudiamos lo que está sucediendo (quema de iglesias), esto se está escapando de las manos y vemos que no es nuestra gente la que está haciendo esto. Quienes lo hacen están dañando la imagen del pueblo mapuche", dijo Patricio Colihuinca.
Este dirigente de la comunidad Lautaro Antiquina se hizo conocido en 2014 cuando encabezó cortes en la ruta que une Cañete con Tirúa, lo que le valió ser formalizado bajo la Ley de Seguridad del Estado, por la que hoy se le investiga. "Soy uno de los que repudian la quema de iglesias", recalcó.
Afirmó que detrás de estos hechos están "personas de fuera, de Malleco", y expuso que estas acciones perjudican la gestión que están realizando los dirigentes. "El Gobierno no nos ha cumplido con todo, pero hay cosas que se han logrado: tenemos una posta, y mejoraron el colegio", afirmó.
Con él coincide Jenifer Polma, representante del sector Hentelolén, quien al medio local Conecta TV explicó que sobre todo el centro universitario era relevante para su gente y la zona, porque entre los proyectos a ejecutar está librar al lago Lanalhue de una plaga de algas, desarrollar la carrera de Gastronomía Intercultural y crear un banco ovino que ya ha entregado unas 400 cabezas de ganado, para su reproducción, a familias mapuches de la zona. Se calcula que son unas 600 familias las que se verían beneficiadas por estas iniciativas.
"Como comunidad nos sentimos afectados", acotó David Milla, de la comunidad Pascual Pucol, de Peleco (Cañete), la que había firmado un convenio con la universidad afectada para que los asesorara en la postulación a proyectos que mejoren su calidad de vida.
Este lunes, dirigentes llegarán hasta los restos del centro universitario, cuyas pérdidas fueron avaluadas en $500 millones, para reunirse con el arzobispo de Concepción y gran canciller de la Ucsc, Fernando Chomali, y con el rector de esa casa de estudios, Christian Schmitz, pues se pretende dar continuidad a la labor que cumplían en la zona.
Tanto el incendio intencional a la capilla como el del centro se lo adjudicó un grupo mapuche autodenominado "Weichan Auka Mapu", que a diferencia de la Coordinadora Arauco Malleco -entidad que rechazó la quema de templos- incluye dentro de sus blancos incendiarios a capillas rurales.