SANTIAGO.- A mediados de este mes, Claudio Orrego, junto al ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, presentaron los resultados de la consulta ciudadana realizada en el marco del plan de descontaminación "Santiago Respira", una iniciativa que buscaba que los capitalinos participaran de la elaboración del programa que el Gobierno pretende implementar para limpiar el aire en la Región Metropolitana.
Según los resultados, más de mil representantes –como presidentes de juntas de vecinos y de gremios- entregaron su opinión en reuniones presenciales y otros miles lo hicieron a través del sitio web.
Luego que el Gobierno lanzara los polémicos spots sobre el proceso constituyente, el sábado recién pasado éste comenzó y lo hizo con la primera etapa que se extenderá hasta el 13 de junio: los encuentros locales. A través de estas reuniones, cabildos y otros diálogos ciudadanos, todos los chilenos a partir de los 14 años podrán ser parte de la elaboración de una nueva constitución para el país.
Este tipo de procesos hacen que la sociedad se sienta parte activa de los cambios, desde aquellos que influyen sólo en su comuna - con temas como transporte o salud- hasta incluso la que renovará la Carta Magna nacional. Pero, ¿qué significa esto para nuestra democracia? El sociólogo Eugenio Tironi, analizó con Emol lo que esto significa.
EUGENIO TIRONI:
"Esta es una gran manera de profundizar la democracia. Yo creo que definitivamente se está profundizando en Chile"
"Algunos los llaman 'democracia dialógica', otros democracia participativa, hace poco la estamos viviendo en Chile. Pero a través de distintos mecanismos complementarios se busca una forma de participación más directa, a través de las cuales se puedan apreciar ciertas visiones del modo en que la gente quiere vivir y muchas veces sobre cuestiones de las que hay una gran variedad de opiniones".
Existe un mecanismo universal de participación, como las elecciones y vemos que en las últimas- con el cambio de sistema a voto voluntario- sólo un 42% de la población votó. ¿Cómo se equilibra con este tipo de consultas?
Estos mecanismos no buscan masividad, la masividad la busca la representatividad. Busca más bien medir la temperatura de la sociedad y esa no está dada por el número, sino por el grado de movilización que tienen los ciudadanos en torno a temas que ellos consideran relevantes y así participan los que están motivados. Participan los que están dispuestos a entregar un fin de semana o una tarde a incorporarse a una asamblea, a repartir panfletos o juntar firmas. Esa información es muy valiosa para el sistema de toma de decisiones, un sistema que siempre termina recayendo en los representantes, en las instituciones que están fundadas en la democracia representativa, que es la más amplia, masiva y eficaz, pero también con defectos, especialmente por la distancia que existe entre los representantes y los representados.
¿Estas herramientas colaboran a profundizar la democracia?
Sí, absolutamente, esta es una gran manera de profundizar la democracia. Yo creo que definitivamente se está profundizando en Chile; es impresionante como uno escucha en la radio a las juntas de vecinos y están pendientes del proceso constituyente. Algunos tienen dudas de si esto va o no a ser vinculante, tienen dudas respecto a la masividad, se preguntan si va a valer la pena o no. Todas dudas que son válidas de tener, pero de que se está moviendo el agua, se está moviendo.
EUGENIO TIRONI:
Todavía no se configura, pero a lo mejor de esto surge una nueva élite. Que es algo de lo que yo creo que hay bastantes ansias en el país
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Respecto al proceso constituyente, ¿cree que la gente realmente va a participar? ¿Es una consulta que realmente va a funcionar?
Yo soy muy favorable y muy optimista. Creo que es una responsabilidad de la élite y los líderes de opinión, que hasta ahora hemos tenido el monopolio de la voz de la ciudadanía, que nos traguemos una píldora de modestia y apostemos, nos atrevamos y colaboremos por generar un proceso participativo y no le tengamos miedo. Eso es tenerle muy poca fe a nuestros compatriotas y en la gente que desea participar. Yo al menos, tengo mucha confianza y les tengo fe.
¿Qué pasa justamente con esa élite que ahora ve cómo las decisiones se toman desde las bases y que éstas quieren participar?
Aquí estamos pataleando: los parlamentarios se quejan que aquí no está muy claro su papel; los partidos políticos se quejan de que tampoco está claro el suyo; los intelectuales se quejan que esto lo va a hacer cualquier hijo de vecino y no gente experta; los abogados dicen que esta cuestión es exclusiva de ellos porque ellos entienden de Constitución; la gente de a pié dice puras burradas. Los líderes políticos como el ex ministro (José Miguel) Insulza declara que esto no va a ningún lado y que es mejor que lo haga el parlamento, es decir a la vieja usanza. La derecha dice que no cree en nada de esto y que está turbio, hediondo, cochino y no sé qué más. Todo esto quiere decir entonces, que esta cuestión está funcionando.
¿Podríamos hablar que se está conformando una nueva élite?
Todavía no se configura, pero a lo mejor de esto surge una nueva élite. Que es algo de lo que yo creo que hay bastantes ansias en el país.
Hay una herramienta que ofrece el Senado a través del sitio www.senadorvirtual.cl, allí la gente puede votar y entregar sus opiniones como un parlamentario sobre un proyecto contingente y mediático, pero no es vinculante, sólo se le entrega un informe del resultado a los miembros de la Cámara Alta. ¿Sirven éstas y otras formas realmente para acercar la opinión de los representantes con los representados? ¿O es sólo maquillaje?Sirven, al igual como los medios de comunicación son sensibles al rating: no los obliga a echar a bajo una teleserie, pero lo tienen en cuenta a la hora de tomar sus decisiones, y mucho, algunos dirán que en exceso. Lo mismo pasa con este tipo de instrumentos. Nunca van a estar obligados a los que digan las encuestas, pero al final del día tienen que tenerlo en cuenta porque anticipa lo que va a ser la opinión de los electores y ellos dependen de sus electores. No hay nadie que sea totalmente inmune a las corrientes de opinión, y mientras más mecanismos existan y más se utilicen, más influencia van a tener.
¿Esto entonces también puede aplicarse para el proceso constituyente y aquellos que lo critican?
Esto es una bola de nieve que está siendo atacada antes de que comience a correr y atacada por el escepticismo que es un corrosivo muy potente y fatalista. Pero si se logra sortear y comienza a rodar, esto va a tener una influencia gigantesca. Los chilenos estamos más cargados al chaqueteo, el que ve la parte llena del vaso es un nerd. Pero si sorteamos eso y esto funciona, puede cambiar para siempre, va más allá de la Constitución, se pueden estar abriendo los espacios de participación.
