BERLÍN.- Un grupo de solidaridad con Chile, el Centro de Documentación sobre Chile y Latinoamérica, ha pedido que Alemania y Chile enfrenten conjuntamente los crímenes del enclave alemán Colonia Dignidad, que fueron desde abusos sexuales a menores hasta torturas y desapariciones de opositores a la dictadura chilena.
"Chile y Alemania hubieron podido y debido evitar una historia de cinco décadas de crímenes y salvar a cientos de víctimas", dice la carta abierta dirigida al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier.
Steinmeier ha invitado mañana a una jornada sobre Colonia Dignidad en su ministerio, que incluye la proyección de una política y un debate con víctimas del enclave.
Los dos países, según la carta que celebra la iniciativa de Steinmeier, están obligados a tomar medidas para aclarar lo ocurrido en el enclave así como para ayudar a las víctimas.
Eso empieza por un reconocimiento de la responsabilidad de los dos estados que evite caer en un círculo de señalamientos mutuos y la creación de canales de comunicación para que haya un intercambio permanente entre la justicia de los dos países en casos relacionados con Colonia Dignidad.
Un primer paso, según la carta, será lograr que el antiguo médico de Colonia Dignidad Harmut Hopp, condenado en Chile, cumpla su pena en Alemania, a donde huyó.
Además, se pide la apertura de investigaciones penales contra otros posibles responsables de crímenes perpetrados en Colonia Dignidad que hayan huído a Alemania.
Más allá de la persecución penal de los responsables, la carta pide abrir las actas relacionadas con Colonia Dignidad que existan en el Ministerio de Exteriores, en la Cancillería alemana y en los archivos de los servicios secretos y nombrar una comisión de historiadores que las analice.
En Chile, según la carta, también se debe dar acceso a los documentos existentes para que se puedan reconstruir los crímenes cometidos en el enclave.
La carta recuerda también una sentencia de 2015 que obliga al Estado chileno a crear un centro de documentación sobre Colonia Dignidad y un museo del recuerdo, que pueden formar parte de la confrontación con esa parte del pasado común de Chile y Alemania.
Además, se sugiere impulsar un proyecto de historia oral como parte de la confrontación con el pasado.
