SANTIAGO.- El agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, José Miguel Insulza, lamentó este martes la falta de disposición por parte del Servicio Electoral (Servel) y de todos los actores políticos para resolver el rechazo de la inscripción de las primarias de la Nueva Mayoría.
Al respecto, el ex ministro del Interior y de RR.EE. recordó que en el pasado había un clima político en el cual este tipo de situaciones se podía resolver recurriendo a la buena voluntad de las partes, tal como ocurrió en la fallida inscripción de la lista parlamentaria de la DC en 2002.
"Con la contribución de partidos de gobierno y partidos de oposición, eso se resolvió en pocos días y claro, alguien habrá dicho que era un arreglo, pero la verdad es que al país no le pareció mal en lo absoluto. Hoy día, las cosas han cambiado de tal manera que incluso a los protagonistas de esos incidentes hoy día les parece mal", aseveró.
En esa línea, Insulza sostuvo que "esa parte era buena en ese tiempo, en que cosas que eran bastante de detalle como que uno no llegaba o no llegaba otro, se resolvían rápido y se resolvían bien y nadie se quejaba mucho", recordó.
En cuanto a la situación de la Nueva Mayoría, el representante de Chile ante La Haya indicó que "es una lástima, no me refiero al procedimiento, me refiero al clima, preferiría un clima en que esas cosas había buena voluntad para resolverlo y no un clima donde prácticamente no se puede resolver nada".
"Es un tema de voluntad. Yo en este caso no era muy partidario de una ley, me parecía un poquito demasiado, tenían que firmar 14 personas y llegaron 13, eso se puede resolver con buen criterio, no me parece que sea una cosa tan dramática como para lo que ha pasado", enfatizó, en alusión a la actitud del Servel.
A su juicio, "cuando una de 14 personas llega atrasada por un error de información y se atrasa 10 minutos, no recibir los documentos, porque el problema no es solamente que se hayan atrasado, el problema es que los papeles no se recibieron. Por lo menos se podrían haber recibido, a mi juicio de manera provisoria".
"Nos hemos puesto tan estrictos en este país que realmente no hay disposición a resolver los asuntos (…) ese tipo de rigideces no enriquecen la democracia. Es cierto que siempre es bueno atenerse a las normas y reglamentos, pero en este caso el problema no me pareció tan grave como para no poder resolverlo", concluyó.
