Monseñor Cristián Contreras sostuvo que la Conferencia Episcopal considera que "este escollo es grave".
El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- Una fuerte crítica al manejo centralista del Gobierno en los conflictos que se desarrollan en Chiloé y en La Araucanía realizó esta mañana la Conferencia Espiscopal, órgano que reúne a los obispos del país.
Mediante la lectura de un comunicado, el obispo de Melipilla y secretario general de la organización, monseñor Cristián Contrera,s se refirió a ambos problemas que aquejan al país.
"En ambos casos vuelve a penar el centralismo santiaguino en desmedro de las regiones. Todo tiene que terminar resolviéndolo la autoridad central, con lo cual queda claro el estrecho margen de maniobra que tiene la autoridad regional", aseguró, mientras leída una declaración pública.
Contreras agregó que la Conferencia Episcopal considera que "este escollo es grave".
"Para superarlo no se necesita esperar el día en que tengamos una nueva Constitución. Hay decisiones políticas y económicas a las cuales se puede dar prioridad en el Gobierno y el Congreso de la República, en vez de llenarse de un sinfín de proyectos secundarios. Al decir secundarios, no nos referimos ni a la Educación ni a la Ley Laboral, proyectos absolutamente relevantes. Pero nuevamente la 'mirada corta' y la desconfianza también afectan estos temas tan trascendentales, poniendo nuevamente en tela de juicio a las instituciones como el Tribunal Constitucional, invocado por unos y otros, esperando fallos en su favor y criticándolo cuando estos no se logran", añadió.
La agrupación también llamó al diálogo "constante, realista y razonable" como la forma de solucionar ambos conflictos.
Asimismo, solicitó la realización de través "de mesas de trabajo permanentes entre las autoridades, los dirigentes de trabajadores del mar, los empresarios, los científicos, con el fin de buscar acuerdos, evitar las medidas de fuerza, tomar prevenciones ecológicas en el plano productivo, así como potenciar los recursos y ámbito de decisiones de las autoridades regionales".
"Manifestamos nuestro apoyo y cercanía a las familias que viven del mar, y expresamos nuestra solidaridad con los pastores y comunidades cristianas que han acudido en ayuda de los damnificados por esta situación", añadió.