SANTIAGO.- En los últimos tres años, el 3% de todas las máquinas de trabajo forestal y los camiones asociados a este rubro han sido destruidos durante ataques incendiarios entre las regiones del Biobío y Los Ríos, en hechos asociados a la violencia rural.
Según consigna
El Mercurio, la cifra preocupa a la Asociación de Contratistas Forestales, sobre todo porque el número de atentados que ha sufrido el sector ha aumentado exponencialmente este año: en los primeros cinco meses de 2016 se han registrado 22 ataques, mientras que en 2014 solo ocurrieron cinco.
René Muñoz, presidente de la agrupación, sostuvo que el análisis realizado determinó pérdidas por $12.485 millones entre 2014 y 2016 (US$ 18 millones) en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos.
Las pérdidas pasaron de $638 millones (2014) a $3.040 millones (2015), mientras que en 2016 ya suman $8.807 millones. "Este ritmo es insostenible. Si esto no se toma en cuenta, de acá a seis años más el sector va a dejar de ser atractivo. Por suerte no hay muertos, y el Gobierno tiene que detener esta situación ahora", dice Muñoz.
"Si lo desagregamos, el panorama es: en 2014 se perdían 0,7 unidades productivas por mes, mientras que ahora se pierden 14", cuenta el dirigente gremial, quien añade que "esto es una brutalidad, no son equipos baratos, es alta tecnología".
José Villagrán, presidente de la Federación de Camioneros del Sur, coincide con el análisis de los contratistas forestales. "En el verano de 2015 nos quemaron cuatro camiones. En enero y febrero de este año, ya llevamos 20 camiones quemados", cuenta.
"Las pérdidas han sido tremendas, y no sabemos cuándo va a parar esto. Las autoridades dicen que están trabajando en el tema, pero los resultados son siempre lo mismo: ¡Cero! ", asegura Villagrán.
Según el líder de los camioneros, a la fecha cuentan 137 vehículos de carga quemados, con US$ 17 millones en pérdidas. "Hay muchos colegas que ya no van a los bosques. Y los que van, se ven obligados a subir sus precios, porque están arriesgando su vida y sus máquinas", cuenta.
El incremento en las pérdidas de los contratistas se explica por el aumento en la cantidad de atentados, pero también por los daños que provocan cada uno de ellos. En 2014 se destruyeron 14 equipos y vehículos, mientras que en 2016 ya van 71.
Los ataques incendiarios se concentran en cuatro comunas: Lanco (Los Ríos), Collipulli (La Araucanía), así como Tirúa y Contulmo (Biobío).