Album familia Valenzuela.
SANTIAGO.- Tras dos años de investigación, la Fiscalía Oriente finalmente formalizará a dos especialistas de la Clínica Alemana por cuasidelito de homicidio debido a su presunta negligencia médica en la muerte de la universitaria Carmen Valenzuela (23) -con antecedentes de hidrocefalia severa- ocurrida en diciembre de 2013.
Se trata de los médicos Álvaro Mardones y Pablo Lavados, a quienes el Ministerio Público les atribuirá responsabilidad en el deceso de la estudiante por desestimar las advertencias de sus familiares para evitar el trágico desenlace.
La audiencia de formalización de cargos fue programada para el próximo 12 de julio ante el 4° Juzgado de Garantía de Santiago, instancia en la que la fiscal Karin Naranjo le comunicará a los facultativos que son perseguidos por la muerte de la joven, quien ingresó al recinto asistencial tras experimentar dolores de cabeza, náuseas, un episodio de convulsión y dificultad para hablar, falleciendo horas después.
Querella
El caso comenzó luego que los padres de la joven se querellaran en mayo de 2014 -a través de su abogado Sebastián Sánchez- en contra los profesionales, quienes estuvieron a cargo de la atención de Valenzuela la fatídica noche del 6 de diciembre de 2013.
El padre de la joven, el ginecólogo Juan Pablo Valenzuela, incluso difundió a través de las redes sociales su convicción respecto a la supuesta negligencia de los médicos, a quienes los responsabilizó por la muerte de su hija.
De acuerdo a los detalles presentados en la acción penal, la joven universitaria fue sometida a una intervención cuando tenía una semana de nacida, en la que se le instaló una válvula dentro del cráneo para poder desarrollar una vida normal en la que cursó estudios universitarios, aprendió tres idiomas y desarrolló actividades artísticas.
El documento menciona que la noche de la tragedia, luego del traslado de la joven hasta el centro asistencial privado para tratar su malestar -y pese a que sus familiares hicieron notar los antecedentes clínicos de la paciente que indicarían que su cuadro posiblemente se relacionaba con un problema en la válvula implantada en su cerebro- un médico de turno determinó que se le practicaran exámenes de sangre y una radiografía de tórax.
Una hora y 40 minutos después de su internación, Carmen cayó en coma profundo con paro cardiorespiratorio.
Solo después de la medianoche, según su padre, se dispuso que se le practicara un escáner cerebral, seguido casi cinco horas después por un doppler cerebral.
Finalmente, nueve horas después del ingreso, se le realizó una exploración quirúrgica de la válvula intracraneal que demostró que las advertencias de la familia tenían justificación.
Para el abogado Sánchez -del estudio Bosselin Briones Irureta & Sánchez- la solicitud de formalización "establece que hay un convencimiento de parte del Ministerio Público respecto a que los médicos fueron -a lo menos- negligentes en el tratamiento de Carmen, lo cual causó su muerte".
Según agregó a Emol, lo anterior "también es un paso importante a fin de esclarecer los hechos que provocaron su muerte, sin embargo, insistimos en que la actuación de los especialistas no responde a un cuasidelito de homicidio, sino que creemos que hubo -en concreto- un homicidio".