Chile presentó el 6 de junio la aplicación de registro de la demanda, iniciando el proceso en la Corte Internacional de Justicia. Argumenta que durante más de un siglo, el Silala fue considerado un curso de agua internacional y que Bolivia cambió su posición en 1999.
Bolivia reclama que es un manantial desviado artificialmente a Chile.
Presentados por el presidente Evo Morales en su discurso del Día del Mar, el 23 de marzo de 2016
Según la describe el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile:
El Mapa de las Cordilleras, ordenado en Chile en 1884, el Mapa Geográfico y Corográfico de Bolivia de 1890 y el mapa del Tratado de Paz y Amistad de 1904 muestran al "Río Cajón" (nombre original del Silala) naciendo en territorio boliviano y cruzando a Chile.
En 1906 Chile otorga una concesión sobre las aguas del Silala a "The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited", hoy "Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia" (FCAB). Bolivia entregó el permiso dos años después.
El Gobierno responde a acusaciones en la prensa que dicen que las aguas han sido artificialmente desviadas a Chile y confirma que es un río que fluye a territorio chileno. El texto sí da creencia a la idea que Chile usa las aguas sin beneficio para Bolivia, indicando que el tema se agregará a la agenda bilateral.
Respondiendo a notas diplomáticas chilenas, el Gobierno de Bolivia afirma la naturaleza exclusivamente boliviana de las aguas del Silala.
Bolivia objeta y cancela la concesión a FCAB en 1999, y en 2000 la entrega a la empresa local Ductec S.R.L., que intentó cobrar a Codelco. Chile rechaza la concesión, por ignorar el caracter internacional del flujo.
Bolivia niega negociaciones sobre el tema y asegura que las aguas no fluyen naturalmente a Chile.
La agenda bilateral entre los gobiernos de Evo Morales y Michelle Bachelet incluyó un acuerdo por el uso de las aguas del Silala. Este fue presentado al departamento de Potosí para un referendo, que intentó agregar el pago de una deuda histórica chilena, lo que fue catalogado como inaceptable por las autoridades chilenas. En 2010, Bolivia reiteró su posición del Silala como 100% boliviano.
Chile pide información sobe proyectos en el área, incluyendo una zona pesquera, una presa y una planta de embotellamiento de agua mineral. Bolivia responde reiterando su soberanía sobre las aguas. Chile argumenta que los proyectos afectan la cantidad y calidad del agua que llega al país.
Chile envía una nota diplomática reiterando su interés en proyectos técnicos y de colaboración mutua. Bolivia responde insistiendo en sus derechos soberanos.
En su discurso conmemorando la efémeride local, Evo Morales anuncia que su gobierno estudia acciones legales contra Chile por el uso del Silala. Tres días después se anunció una demanda ante la CIJ.
Evo Morales acusa la instalación de una base militar a 15 kilómetros de la frontera por donde cruza el Silala. La Cancillería chilena indica que la instalación referenciada, el puesto de avanzada en Cariquima, está 300 kilómetros del Silala.
El Gobierno boliviano crea la Dirección Estratégica de Defensa de los Manantiales del Silala y Todos los Recursos Hídricos en Frontera con la República de Chile.
La agente chilena, Ximena Fuentes, presenta en La Haya la aplicación para el registro de la demanda contra Bolivia. Un día después, Evo Morales anuncia una contrademanda.