"Estamos viviendo de ahorros", aseguró Compagnon, acerca de su actual situación económica.
La Segunda.
SANTIAGO.- “No salgo a la calle (…) Comencé a aislarme”. Así graficó Natalia Compagnon lo que ha sido su vida desde que se hizo conocido el escándalo del caso Caval, afectando no solo su vida viaria, si no que la popularidad del gobierno que dirige su suegra, la Presidenta Michelle Bachelet.
Ha pasado poco más de un año desde que no volvió a dar una entrevista a un medio de comunicación, mientras se ha dedicado a concentrarse en su defensa judicial, y a sobrellevar el quiebre con su otrora amigo y socio en Caval, Mauricio Valero, y hasta con sus antiguos abogados Felipe Polanco y Jessica Norambuena, a quienes acusó de no asesorarla debidamente, lo que habría derivado en la querella presentada por el Servicio de Impuestos Internos.
“Hoy me siento perjudicada”, dijo Compagnon en una entrevista publicada este domingo en La Tercera. “Terminé muy disconforme con los resultados de mi antigua defensa”.
Consultada si alguna vez creyó que su defensa estaba siendo controlada desde el Gobierno, la nuera de Michelle Bachelet señaló: “Me cuesta creerlo pero no lo descarto”. Y aseguró que “la Presidenta se mantuvo al margen de la situación”.
“Mis antiguos abogados tomaron malas decisiones, y si (éstas) tuvieron que ver con mejorar la situación del Gobierno se equivocaron, porque la evaluación del Gobierno no mejoró y siento que me terminaron perjudicando”.
“Nadie quiere trabajar conmigo ni con Sebastián”
Natalia Compagnon relató lo que ha sido su vida en este año de silencio mediático, y aprovechó de desmentir una supuesta separación con Sebastián Dávalos, reflexionando lo difícil que es hacerse conocida y que la gente hable.
“No salgo a la calle (…) Al colegio de los niños una vez nos persiguieron, en mi casa siempre ha habido autos de prensa afuera. Comencé a aislarme (…) No voy al mall, no salgo a restaurantes, no puedo ir a un parque tranquila con los niños”, dijo, asegurando que incluso una vez, delante de uno de sus hijos, una mujer le gritó “¡cara de raja!”. “Hay un sentimiento de rabia en la sociedad que supera el caso Caval”, señaló, agregando: “La gran víctima de todo este caso ha sido Sebastián, porque hoy todo el mundo lo ve como el peor de los peores y él no ha hecho nada”.
“Trabajo no tenemos porque con el caso se nos cerraron todas las puertas (…) Nadie quiere trabajar conmigo ni con Sebastián. Estamos viviendo de ahorros, de liquidar algunas cosas que teníamos y de endeudarnos”, explicó Compagnon, negando que la Presidenta les ayude económicamente en este periodo.
“Estamos pasando el mismo momento que está pasando un gran porcentaje de la población, porque la situación económica está mala”, comentó.
