SANTIAGO.- La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, se refirió a las críticas del vocero de la Asamblea de Estudiantes Secundarios (ACES), Diego Arraño, quien le enrostró su supuesta vinculación con SQM.
"El vocero de la ACES tiene ese lenguaje, descalifica a todo el mundo, considera que lo que pasó en el INBA no es tan grave", dijo la edil a ADN Radio.
Arraño, en entrevista con Radio Bío-Bío, manifestó que "lo único que ha hecho (Tohá) es subirse a aviones de empresas privadas, tener boletas de SQM, en vez de estar acá en los colegios, no le importa la educación pública".
Por su parte, la alcaldesa recalcó esta mañana que "la educación pública ha tenido muchos avances, pero hay una parte que piensa que estos avances como que deterioran su liderazgo, sienten que la única forma de pararse con fuerza es negar todo lo que han logrado".
Tohá volvió a defender su nueva postura de enfrentar las tomas en los establecimientos educacionales con el desalojo, tras las consecuencias que ésta tuvo en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), cuyas reparaciones costarán cerca de 500 millones de pesos.
"Sinceramente, estamos en un mundo distinto que el de hace cuatro años atrás. Teníamos un movimiento estudiantil que era apoyado por todo Chile, que puso una demanda necesaria. Tuvo inteligencia para poner temas en la agenda nacional (...) pero el tiempo ha pasado y el movimiento ha ido distorsionando sus modos de actuar", explicó.
La alcaldesa evidenció varias diferencias entre el movimiento estudiantil de la actualidad y el de 2010. "Hoy día los niveles de violencia, de radicalidad que existen no tienen precedentes (...) Además, no hay contraparte para dialogar", indicó.
Agregó que "pasó de ser un movimiento que tenía al frente un Gobierno que negaba sus demandas a ser un país donde hay un proceso de reforma gigantesca en la educación, donde se han aprobado leyes muy importantes".
En tanto, la ex ministra añadió que hoy en día las tomas no cuentan con el respaldo de la comunidad educativa, pero que "la gente que tiene una opinión distinta no se atreve a levantar la voz. El nivel de descalificación verbal que se emplea por parte de la gente radicalizada es tremendo. Los propios profesores tienen temor, no se atreven a decir nada (...) porque las represalias que llegan son muy fuertes".