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Caso "Quesitos mágicos": Corte de París rechaza indemnización a chilenos estafados por "Madame Gil"

Representante legal de estudio jurídico que defendió a las víctimas de Gilberte Van Erpe, señaló que tribunal parisino tomó esta decisión principalmente por las contradicciones, inconsistencias e incoherencias de los informes recibidos de parte del Ministerios Público chileno.

06 de Julio de 2016 | 00:00 | Emol
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Diario regional de Piura
SANTIAGO.- Por diferentes inconsistencias en la información recibida, la Corte de Apelaciones de París rechazó toda indemnización a los chilenos estafados por la señora Gilberte Van Erpe, una israelí-francesa que defraudó a cerca de 6 mil chilenos en el marco del recordado caso de los "Quesitos mágicos".

Según informó el Estudio Jurídico Francés Armand, Boedels y Couve de Murville de Paris, que se involucró en el caso, la Corte francesa, de acuerdo a su sentencia, atribuyó principalmente esta decisión a las contradicciones, inconsistencias e incoherencias de los informes recibidos de parte del Ministerios Público chileno.

Según el fallo, los antecedentes no logran demostrar fehacientemente la base de indemnización para las víctimas chilenas, y solo revelan que fueron indemnizados en Chile, lo que no se puede repetir.

El abogado Raúl Meza, representante de las víctimas, dijo a Cooperativa que "el fundamento para rechazar la indemnización a favor de las víctimas chilenas es que los antecedentes que fueron remitidos por el Ministerio Público chileno fueron contradictorios, inconsistentes e insuficientes".

Meza criticó también que "ningún Gobierno chileno se ha hecho parte y ha entregado una defensa jurídica a las víctimas en Chile ante la justicia francesa y eso nos parece que es una omisión grave y ha sido determinante en el resultado judicial de esta causa".

Este caso de estafa se remonta al año 2006, cuando Gilbert Van Erpe, más conocida como "Madame Gil", instauró un sistema de estafa piramidal que no sólo llegó al país, sino que también a Perú y México.

A simple vista, la propuesta de la ciudadana gala era un negocio fácil y rentable. La mujer entregaba, a quienes más adelante se transformarían en sus víctimas, unos kits de fermento láctico, los que había que mezclar con leche, filtros de seda y pañuelos de papel.

Posteriormente, cuando se obtuviera una especie de "quesitos" de la mezcla, éstos serían exportados a Francia para la fabricación de cosméticos, recuperando en un 100% la inversión inicial de 369 euros ($261.680).

En los primeros casos, el trabajo rindió los frutos prometidos por "Madame Gil" y la empresa Fermex -sociedad anónima que dirigió la estafa en Chile-, y así fue como, a través del boca a boca, se fue expandiendo este "negocio redondo" que durante los años 2004 y 2005 reclutó a sus productores nacionales, lo que finalmente terminó siendo un engaño.
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