SANTIAGO.- A la remoción a última hora de ayer del director nacional de Gerdarmería, Tulio Arce, se han sumado varias investigaciones tras conocerse la jubilación de 5,2 millones de pesos de Myriam Olate, ex subdirectora de Gendarmería y señora del presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade.
El Ministerio de Justicia inició un sumario para investigar la existencia de eventuales aumentos injustificados de remuneraciones y pago de asignaciones especiales en los meses previos a la jubilación, que permiten que el monto de la pensión sea más alto.
Ayer la Cámara de Diputados aprobó una comisión investigadora para analizar las jubilaciones de Gendarmería y las Fuerzas Armadas, y el Ministerio Público designó a la fiscal Tania Sironvalle, miembro del equipo de Alta Complejidad, para que tramite una causa penal. Además, la Contraloría realiza una investigación interna que incluso podría llegar a analizar 10 años hacia atrás, e hizo llegar diversos antecedentes al Consejo de Defensa del Estado, que está indagando eventuales fraudes al fisco.
Usando la Ley de Transparencia,
"El Mercurio" investigó las variaciones de sueldo de cada uno de los 198 funcionarios de Gendarmería que se jubilaron entre 2014 y 2016, para detectar alzas en grados o asignaciones previas a la jubilación, que podrían abultar el cálculo de sus pensiones.
Del ejercicio, se desprenden dos conclusiones clave:
Primero, que el 71% de las pensiones otorgadas está por sobre $1,8 millones, el criterio que desde junio está aplicando el contralor, Jorge Bermúdez. Esto equivale a 142 personas de 198, entre 2014 y 2016. Todos quienes se pensionaron en el período obtuvieron jubilaciones de más de 60 UF (alrededor de $1,5 millones).
Segundo, que los datos oficiales permiten constatar que por lo menos 42 funcionarios tuvieron alzas de sueldo en los dos años previos a solicitar su jubilación —al igual que Myriam Olate—, lo que equivale al 21% de todos los pensionados de la institución en el período. De ellos, 18 son civiles y 24, uniformados.
Sube y baja
La lista oficial entregada a "El Mercurio" por la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca) indica que hay 6 pensiones por sobre los $5 millones. La única funcionaria civil con este beneficio es Myriam Olate. Los otros cinco casos son de uniformados: los ex directores nacionales Marco Fuentes y Juan Letelier, los subdirectores operativos Luis Camino Farías y Carlos Cortés Barraza, y el coronel Javier Becerra, ex director regional y ex jefe de Recursos Humanos.
Todos ellos obtuvieron alzas de grado en los dos años previos a su jubilación, tras carreras que duraron entre 21 y 30 años.
Carlos Cortés Barraza, profesor de educación básica con 34 años de servicio en Gendarmería, pasó de ser director regional metropolitano en diciembre de 2013 a subdirector operativo en 2014, pasando de grado 4 a 3 y de un sueldo en enero de ese año de $2,2 millones a $5,2 millones en marzo. A los 3 meses renunció y obtuvo una pensión de $5,1 millones.
El otro subdirector operativo, Luis Camino Farías, fue nombrado en mayo de 2013, pasando también de grado 4 a 3. A los 8 meses renunció y su último sueldo fue de $3,7 millones. Su jubilación es de $5,4 millones.
Además de las alzas de grado, en ambos casos se puede observar que hubo aumento de la asignación por función crítica, un "pago extra" que pueden recibir los funcionarios que son estratégicos para el servicio
¿Cuán estratégico? En el caso de Carlos Cortés, por ejemplo, este monto varió de 22,4% (septiembre, octubre y noviembre de 2013) a 29,08%, mientras era director regional. Ya nombrado como subdirector operativo, en enero de 2014 no obtuvo esa asignación, mientras que en febrero y marzo fue de 47,6%.
Cuánto duran en el nuevo cargo
Según la información disponible en el portal de transparencia de Gendarmería, la duración en los nuevos cargos otorgados antes de jubilar es variable. El caso más extremo es el de la asistente social Luisa María Valenzuela, ex jefa técnica de la Región de Arica y Parinacota, quien subió de grado 9 a 7 en octubre de 2014 y pidió retiro en diciembre de ese año. Este nuevo grado le permitió un alza de $900.000 en su remuneración líquida, y una pensión de poco más de $2 millones.
También estuvieron dos meses en sus nuevos cargos Clodomira Núñez, asistente social y delegada de libertad vigilada, quien subió de grado 9 a 8, lo que le permitió subir de $2,4 a $3,4 millones aproximadamente en un año, y María Teresa Díaz, quien ascendió de grado 6 a 5, dos meses antes de jubilar.
Y en los uniformados, al caso ya mencionado de Carlos Cortés (tres meses en su nuevo cargo antes de jubilar), se suman el coronel Luis Arias (6 meses) y el teniente coronel Juan Pérez (6 meses). Además, llama la atención el caso de Carlos Escares, quien pasó de ser jefe de una unidad penal en Magallanes (grado 10) a asesor en Santiago (grado 4, contrata) en septiembre de 2013, y a los tres meses, presentó su renuncia. Su jubilación es de $2,6 millones.
Consultados, en la Dirección Nacional de Gendarmería optaron por no hacer declaraciones.
Se fueron... y volvieron sumando jubilación
Con datos oficiales, obtenidos por Ley de Transparencia, "El Mercurio"analizó las pensiones de Gendarmería desde 2014 para detectar alzas de sueldos en los dos años previos a solicitar las jubilaciones.
Entre las 198 pensiones analizadas, hay 4 casos de funcionarios de Gendarmería que jubilaron y ahora siguen trabajando para la institución: Germán Lobos Sandoval, Juana Rodríguez Burgos, Lorena Quintanilla Meza y Diter Villarroel Montecinos. Incluso, algunos de ellos están pensionados por Dipreca e imponen en una AFP con su nuevo sueldo.
Lobos tiene 48 años y jubiló en 2014, con una pensión de $1,6 millones. Está a contrata desde entonces, destinado en la Región de Valparaíso con un sueldo líquido de $2,5 millones en 2014, $2,7 millones en 2015 y $1,4 millones en 2016.
"Me vi obligado a jubilar en forma anticipada por un caso excepcional. Yo era un técnico que partí en el grado 21 y terminé como encargado de auditoria regional en Antofagasta. Fui jefe administrativo regional y saqué asignación profesional por un curso que hice en la institución. Cuando llegó el proceso de modernización, lamentablemente no pude seguir, porque fijaba nuevos requisitos, como un título profesional que yo no tenía".
Jubilado, solicitó de inmediato su reubicación y lo contrataron en el área de auditoría. "Recontratado suena como delito, después de que se han conocido sueldos millonarios. Pero el caso mío lo veo distinto, porque hay una expertise profesional de más de 26 años".
Ahora, dice, con su nuevo contrato impone en una AFP, mientras recibe la pensión de Dipreca.
Diter Villarroel (49) era jefe de una unidad penal en la Región de Los Ríos, con un sueldo líquido de $2,9 millones en 2012. Pero en 2013 tuvo que irse a retiro temporal, cuenta, porque su hija se graduaba como suboficial. El 1 de enero de 2013 le avisaron que su hija no podría recibirse si él estaba ahí, debido a la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de Administración del Estado, que señala que no puede ingresar a la administración civil del Estado un familiar de un funcionario que ostente el grado de jefe de departamento o su equivalente.
Villarroel llegó a los tribunales con un recurso contra esa medida que le impedía seguir su carrera. Perdió en el Tribunal Constitucional por 3 votos contra 2.
Estuvo cuatro meses afuera. Se fue jubilado. Después hizo una solicitud de reincorporación y regresó a Gendarmería. "La verdad es que yo no alcancé a recibir jubilación, porque me reincorporé antes de recibirla". Sin embargo, en la lista de Dipreca figura como pensionado a partir de junio de 2014.
Error computacional, piensa.
Lorena Quintanilla integra el "personal contable gubernamental". También habría dado un paso al lado por familiares, y fue recontratada. Desde 2014 recibe una pensión de $1,5 millones y es contadora auditora.
Juana Rodríguez era una asistente social muy bien pagada. Se desempeñaba como jefe técnico regional de Rancagua y ganaba $3,3 millones con grado 5, en 2012. Pasó a contrata en 2014, con un sueldo líquido de $1,9 millones. Y este año recibe de sueldo $1 millón. A eso le suma $2,7 millones de pensión.
