SANTIAGO.- El 16 de junio los 29 servicios de salud del país recibieron un oficio en el que la Subsecretaría de Redes Asistenciales hizo un encargo especial: gestionar a la brevedad la solución de cada uno de los casos AUGE identificados con retraso al 31 de mayo. Y para lograrlo, en el documento se puso como plazo "el 31 de julio del presente".
Es decir, las 15.825 atenciones AUGE retrasadas a esa fecha -una cifra récord en al menos los últimos dos años- deben estar resueltas en los próximos 15 días, según consignó
"El Mercurio".
Para ello, la subsecretaría ha instruido una serie de medidas, conformó equipos de trabajo con Fonasa para comprar las atenciones requeridas cuando el servicio de salud en cuestión no tenga capacidad de respuesta, se pidió a estos entregar un plan de trabajo para evitar la generación de nuevos retrasos y se implementó un sistema de monitoreo semanal de gestión.
La subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, explicó que "solicitamos a los servicios tener claridad de cuáles eran las causas de los retrasos, a que se intervinieran esas causas y que en aquellas situaciones en que no pudieran dar respuestas fueran entregadas para una compra centralizada desde Fonasa, que ya se están realizando".
Si bien todavía queda tiempo para ver el impacto de esta medida, Alarcón asegura que "durante junio ha habido una mejora importante".
Pero el decano de Medicina de la U. San Sebastián, Luis Castillo, pone en duda el cumplimiento de esta meta: "No es imposible, pero es difícil. Cuando se formulan estrategias así, alguien paga el costo, y en este caso podrían ser la gente que espera por enfermedades no AUGE. Además, estamos en un momento donde la demanda asistencial por las enfermedades es altísima y no sé si habrá espacio para intensificar aún más la presión".
En la misma línea, la directora del programa social de Libertad y Desarrollo, Alejandra Candia, analizó el comportamiento de las garantías retrasadas y expone que hasta ahora lo que se ha visto es que entre enero y marzo bajó el tiempo promedio de espera (de 122 a 92,5 días).
"Eso se explica por la disminución de las personas con mayor antigüedad de espera que, lamentablemente, ocurre a costa de un fuerte aumento de las personas que esperan hasta por 30 días. Solo entre enero y mayo estos casos pasaron de 5.755 a 7.547, o sea, de 40% a 48% del total", dice.
A juicio de Castillo, "aquí lo que se tiene que hacer es incentivar a la gente a ejercer la facultad que le da la ley y reclamar en Fonasa apenas se cumple el plazo máximo para recibir su atención. Ellos están obligados a designar un segundo prestador en 24 horas que le resuelva su problema".
Foco en el cáncer
Solo entre las 15 patologías con más personas con su solución de salud retrasada hay cuatro relacionadas con problemas oncológicos: cáncer cervicouterino, de mama, gástrico y tumores primarios del sistema nervioso central. Algunos de ellos se repiten en la lista de las atenciones que muestran un mayor tiempo de espera promedio y se suman otros: cáncer de vesícula y de ovarios.
Como se trata de enfermedades donde la respuesta oportuna puede salvar la vida de personas, en Salud han instruido poner un foco especial en la resolución de estos problemas. "Sin duda todos los retrasos son importantes, pero aquellos que tengan que ver con los tratamientos o diagnóstico oportuno de cáncer son aquellos que están siendo priorizados hoy día", dice Alarcón.
En ese sentido, sostiene que "estamos poniendo hoy día todos los esfuerzos para que eso sea trabajado en la macrozona que corresponda y si, definitivamente, no hay capacidad para dar respuesta, se pone inmediatamente en manos de Fonasa para realizar una compra centralizada de segundo prestador".
