Luis Larraín explicó en su columna cómo opera la asignación de órganos, ya que él lo vivió al recibir un riñón.
LUN (archivo)
SANTIAGO.- "Creo que las personas de clase alta sí tienen mayor probabilidad de trasplantarse", aseguró Luis Larraín en una columna publicada en su
Facebook.
En su comentario subido a la red social el 19 de julio y que ya cuenta con 4.576 reacciones, el presidente de Fundación Iguales relató cómo opera el sistema del que él mismo fue paciente, ya que vive gracias a un riñón que fue donado por su hermano.
Según su análisis, la afirmación no se basa en que el sistema de asignación favorezca a los chilenos con mayores recursos "sino porque ellos tienen mayor probabilidad de llegar relativamente sanas y con vida a un trasplante, producto de la mejor calidad de vida y más oportunidades en la vida en general".
"La misma
Jacinta (Zañartu) nació con una hipertensión pulmonar tan grave que, a los siete meses, le dieron dos años de vida, según cuenta su madre. Afortunadamente, ella tiene la oportunidad de tratarse con los mejores especialistas, en el menor tiempo, con la mejor infraestructura y los mejores tratamientos", dice Larraín.
Y apuesta a que si la joven que recibió un doble trasplante -corazón y pulmón- y que aún permanece internada en la Clínica Las Condes a la espera de que no los rechace "probablemente, si viviera en un sector rural alejado, esto sería muy distinto. ¿Ustedes creen que habría llegado viva a los 17 si no hubiera nacido en una familia que la hubiera llevado dos veces al año a Estados Unidos a someterse a un tratamiento recientemente descubierto? Evidentemente que no. Qué bueno que haya podido tener esa oportunidad, pero lamentablemente la mayoría de las personas no la tienen".
Redes y contactos
Luis Larraín explica que la sensación de privilegio en la asignación de los órganos se da por la cantidad de personas de clase alta que se ve en los medios de comunicación recibiendo los trasplantes.
"La mayoría recordamos, además de Jacinta, a los jóvenes hermanos
Felipe y
José Cruzat y
Cristóbal y
Trinidad Gelfenstein, al pequeño
León Smith, al exministro
Edmundo Pérez y quizás a mí mismo", afirma.
Y agrega que "esta corta lista de nombres, al lado de las 400 personas que se trasplantan cada año en Chile, es muy pequeña. ¿Por qué nos enteramos solo de los casos de personas de familias acomodadas? Probablemente porque esas familias tienen más redes para visibilizar su caso a través de las redes sociales y también porque los medios de comunicación tienen un sesgo socioeconómico en lo que cubren. ¿Alguno de ustedes ha escuchado hablar de
Renato Parra? Bueno, después del trasplante de Jacinta, Renato, oriundo de Talcahuano, es la prioridad nacional de trasplante de pulmones y los está esperando en el Hospital del Tórax, público".
Así, en su conclusión, junto con entregar diversos datos sobre esta realidad, el representante de Fundación Iguales cree que "para mejorar las desigualdades en el sistema de trasplantes en Chile, no debemos mirar el manejo de las listas de espera sino el sistema de salud en general".