SANTIAGO.- La desaceleración minera ha reflotado una realidad que aún resuena: los campamentos. De la mano de la inmigración, el aumento del costo de las viviendas y los arriendos, los asentamientos informales han ido incrementándose en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama, que suman un déficit habitacional cercano a las 48 mil viviendas.
El último catastro realizado por Techo (sin fines de lucro) el año pasado da cuenta que actualmente 36.023 familias que viven en condiciones de precariedad, sin acceso a alguno de los servicios básicos de luz, agua potable o alcantarillado, en viviendas tipo mediaguas emplazadas en 693 campamentos contabilizados a la fecha.
Éstos se distribuyen en Arica y Parinacota (8), Tarapacá (15), Antofagasta (55), Atacama (40), Coquimbo (23), Valparaíso (177) Metropolitana (82), O'Higgins (48), El Maule (10), Biobío (157), La Araucanía (15), Los Ríos (14), Los Lagos (41) y Aysén (8).
Es en la Quinta Región donde el número de familias que viven en estas condiciones de pobreza resulta alarmante: 10.714. Esto se agudiza -aún más- si se considera que de ese número, casi el 20% se encuentra en tres de las tomas más emblemáticas del país: Manuel Bustos (924 grupos), Reñaca Alto (551) y Parcela 11 (465).
¿Dónde están las principales grietas?
En 2011, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) implementó el denominado Mapa Social de Campamentos -en conjunto con la Universidad Alberto Hurtado-, cuyos resultados arrojaron que en Chile son 25.171 familias (83.863 personas) viven en condiciones precarias en 657 asentamientos ilegales.
Las "grietas", según el catastro, están en las regiones de Arica y Parinacota (6), Tarapacá (6), Antofagasta (28), Atacama (27), Coquimbo (35), Valparaíso (146), Metropolitana (117), O'Higgins (47), Maule (14), Biobío (145), La Araucanía (23), Los Ríos (21), Los Lagos (32), Aysén (9) y Magallanes (1).
De éstos, 9.311 familias viven en 209 campamentos (34% del total) que se encuentran en áreas de riesgo ambiental por concentración de basura. Mientras que el 40% (259) está fuera de áreas de concesión sanitaria, lo que equivale a 10.000 núcleos sin posibilidad de acceder a este servicio.
Con todo, son las regiones de Valparaíso, Biobío y Metropolitana las que concentran el mayor número de asentamientos, agrupando el 65% del total de familias.
Plan del Minvu
Ante esta realidad, el plan de trabajo del Minvu contempló el cierre de 60 campamentos para 2015, cifra que se elevaría a 80 durante este año y a un centenar en 2017.
Para ello, estas zonas están siendo abordadas con las siguientes estrategias de intervención:
a) Radicación a partir de una nueva solución habitacional: las familias obtienen un subsidio habitacional que les permite la construcción de una nueva vivienda y entorno en el mismo lugar donde se emplaza el campamento.
b) Radicación a partir de un proyecto de urbanización y consolidación barrial: las familias acceden a servicios básicos, obtienen su título de dominio y consolidan su entorno con opción de mejorar su vivienda en función del grado de consolidación que esta tenga.
c) Relocalización: las familias obtienen un subsidio habitacional que les permite acceder a una vivienda en un lugar distinto al del campamento. En función del tamaño del campamento, nivel de organización y expectativas de las familias, esta estrategia puede significar un traslado conjunto de la comunidad o individual.