SANTIAGO.- Diversas son las apreciaciones con las que se quedaron los parlamentarios tras la última interpelación que se vivió en el Congreso el pasado martes, donde la diputada Marcela Sabat (RN) interrogó a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, por las crisis que enfrentan Gendarmería y el Servicio Nacional de Menores (Sename).
El análisis va más allá del debate puntual ocurrido entre ellas dos y el comportamiento del resto de los miembros de la Cámara - quienes protagonizaron llantos y garabatos, entre otras expresiones- sino que a la herramienta en general y según lo que ha sido hasta ahora la experiencia, se preguntan qué tan útil es su aplicación.
"Quitarle el dramatismo"
La cotidianidad pareciera ser la apuesta que más popularidad tiene entre los legisladores. La propuesta es que no sea la interpelación el lugar donde los ministros hagan su rendición de cuentas, sino que se convierta en un diálogo periódico.
Gabriel Boric:
"Más que cambiar el mecanismo, hay que cambiar a los parlamentarios"
El diputado Pepe Auth (ex PPD) presentó un proyecto que, según explica, apunta "a restarle su vínculo dramático que tiene con la acusación constitucional".
"Me parece muy razonable que los ministros de Estado rindan cuenta regularmente de lo que están haciendo, no solo en los momentos de crisis, no solo en los momentos de cuestionamientos, sino que vengan al Parlamento a rendir cuentas", explicó.
Sobre el mecanismo detalló que su idea es que mensualmente la Cámara elija a un secretario de Estado y éste explique lo que está haciendo en su cartera.
"Porque sino las interpelaciones se transforman en lo que son: cuando uno está en la oposición, (y no hablo sólo por esta oposición, sino que también cuando uno estuvo en la oposición) lo que busca es infligirle daño al que está en el poder y no de verdad entrar a discutir en serio la pertinencia, la corrección de lo que se está haciendo con la magnitud del problema, si la magnitud de la inversión corresponde o no, etcétera", agregó Auth.
Joaquín Godoy:
"Que los colegas concluyan que fue un show mediático, es muy dramático
Con él coincidió el representante de Amplitud, Joaquín Godoy, quien reconoció que las interpelaciones "son positivas en el sentido de que se pone sobre la mesa información importante", pero se debe "tener un permanente diálogo y contacto" con el Ejecutivo.
"Yo creo que eso es lo que empobrece el debate; que sus colegas concluyan que esto fue un show mediático es muy dramático para la política en general y para el país y lo que nosotros tenemos que lograr es que por medio de estas acciones surja un proyecto que cambie la realidad, y eso es lo que no estamos logrando hacer y por eso nos abrimos a hacer cambios a la interpelación", resaltó el diputado quien tiene experiencia en el tema ya que le tocó llevar al podio a la ministra de Vivienda, Paulina Saball por el incendio de Valparaíso.
"Corre que te pillo"
Su par de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, sentenció que la herramienta en cuestión, no ha sido bien utilizada, por lo tanto "cuando no se ocupan como uno esperaría, la verdad es que no funcionan".
De hecho declaró sentirse bastante "frustrado" con la interpelación de Sabat y Blanco ya que "no parecía un intercambio de opiniones que genuinamente quisiera, por un lado asumir automáticamente los errores que se hayan cometido, y por otro lado, buscar soluciones a mediano y largo plazo".
"Lamentablemente cuando se enfrascan en peleas entre oficialismo y oposición, es muy difícil que sea fructífero para los objetivos que supone", concluyó Jackson.
La también miembro de la conocida como "bancada estudiantil", Camila Vallejo (PC), afirmó que hasta ahora, según su experiencia sólo ha visto "un show mediático, en donde el interés central es quien toma más posición política, quién aparece más en la prensa, quién saca la mejor cuña, en vez de lograr el objetivo real de fiscalización".
Para eso llamó a sus pares a "tener más criterio" y apostó porque "es necesario que los parlamentarios tengan estas instancias de fiscalización directa hacia los ministerios, que tengan que venir a dar explicaciones al Congreso en pleno".
Por último, el diputado independiente, Gabriel Boric, señaló que hasta ahora las interpelaciones se han planteado como "una suerte de 'corre que te pillo', sin ver el problema de fondo. Al final (de las interpelaciones) las bancadas dicen: '¡qué gran interpeladora fue Marcela Sabat! o "¡que bien la ministra, usted no tiene que irse!', o sea hay muy poca reflexión, muy poca visión del problema de fondo".
"Creo que la interpelación si puede ser un buen mecanismo si se plantea seria y responsablemente . Desgraciadamente quienes han interpelado no han estado a la altura, salvo quizás el diputado Godoy a la ministra de Vivienda, pero en general ha sido bien triste el espectáculo. Creo que la última interpelación, sólo contribuyó a dar un paso más en el desprestigio de la política. Ahora más que cambiar el mecanismo, yo creo que a los que hay que cambiar es a los parlamentarios", sentenció Boric.