Esta es la valiosa espada de Manuel Bulnes, quien gobernó el país entre 1841 y 1851.
EFE
Lo anterior porque durante las labores en el sitio en el que estaba la reliquia avaluada en casi US$1 millón, los funcionarios policiales lograron levantar huellas dactilares que podrían ser de los autores de la millonaria sustracción.
Así lo reveló a Emol el jefe de la Bidema, subprefecto Marco Antonio Fierro, quien informó que "hicimos un trabajo en el sitio del suceso y levantamos algunas huellas desde la superficie de vidrio en que estaba la espada. Estamos trabajando con el Laboratorio de Criminalística" (Lacrim).
Consultado acerca de si con ellas se podría llegar a la identidad de los antisociales, el jefe policial explicó que ello "va a depender del éxito que tengamos con las huellas. Va a ser un trabajo arduo y grande el poder cotejar estas huellas con las que tenemos en nuestros archivos".
Fierro añadió que paralelamente se están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad del museo y cotejándolas con las fotografías que están en los archivos de la unidad policial.
"El trabajo que está desarrollando la PDI a través de la Bidema, es la revisión de las imágenes que fueron entregadas por el museo y estamos cotejando con las fotografías de delincuentes que nosotros tenemos identificados como personas que se dedican a la sustracción de patrimonio cultural y reliquias que tienen alto valor histórico", informó.
A lo anterior se suma la revisión de las imágenes de las cámaras de los edificios aledaños al recinto, como por ejemplo las de la Municipalidad de Santiago y el de Correos de Chile.
Asimismo, sostuvo que ya se entrevistó los funcionarios del museo "a objeto de poder levantar información relacionada con las personas que se ven en las imágenes, para saber si los habían visto anteriormente, si frecuentaban las dependencias".