SANTIAGO.- Frente a los reclamos de algunos panaderos por la campaña que está llevando el Ministerio de Salud para reducir los índices de sodio en la marraqueta, desde la cartera recalcaron los beneficios de la medida y rechazaron las críticas de la industria.
Además, señalaron que esto no debiera representar un aumento en el costo final para los usuarios.
La Organización Mundial de la Salud recomendó al Ministerio de Salud en disminuir un 50% la sal en la marraqueta y desde 2009 se está trabajando en reducirla gradualmente, para lo cual se está trabajando con un grupo de productores de pan.
"La reducción de sal no ha significado ningún daño a la percepción de las personas en cuanto a la calidad, lo crocante y todo lo que se ha dicho públicamente (…) no ha aumentado el precio del pan", señaló la ministra de Salud, Carmen Castillo.
En esa línea, se indicó que existen sustitutos para reemplazar la sal en la marraqueta y esto “no debiera representarse en un aumento en el costo final para los usuarios”, destacó el subsecretario de salud pública, Jaime Burrows.
Sin embargo, la autoridad enfatizó en que "evidentemente hay que hacer una inversión tecnológica (…). Si uno cambia el horno por uno más eficiente que mantiene la humedad y se mantiene cerrado mientras se produce el pan, pierde menos humedad por lo tanto es menos necesaria la sal".
Además de la reducción de sodio, el impacto energético que tienen los hornos modernos es inferior al de uno antiguo y por lo tanto “contamos con un programa Corfo de manera tal contar con los recursos que está dando el gobierno de Bachelet para hacer esa inversión inicial”, señaló Burrows.
