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Especialistas entregan consejos para evitar trastornos asociados al cambio de hora

Los más afectados por dormir "una hora menos" son preescolares, escolares y adultos mayores. Los principales efectos adversos son insomnio, irritabilidad, efectos en el apetito, falta de concentración y cefalea.

14 de Agosto de 2016 | 14:16 | Emol
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SANTIAGO.- Este domingo se acabaron los tres meses del horario de invierno y con ello los relojes se adelantaron una hora, lo que permitirá tener más luz solar al atardecer. Sin embargo, distintos médicos aseguran que esto implica una perturbación en el ciclo de sueño, provocando síntomas como irritabilidad, cansancio, fatiga, dificultad para concentrarse e incluso baja en el ánimo.

El doctor Pedro Menéndez, neurólogo del Centro del Sueño de Clínica Santa María, explica que "nuestro cerebro tiene un regulador del sueño que se activa y desactiva con la exposición a la luz, tanto natural como artificial, por lo que cuando cambia el ritmo de la luz o de las actividades que realizamos a ciertas horas específicas puede desorientarse. Por este motivo, después de un cambio de hora, se producen algunos trastornos del sueño y del ánimo que pueden durar varios días".

Dentro de los trastornos más comunes se encuentran el insomnio y la hipersomnia, que es el sueño excesivamente prolongado. La neuróloga Evelyn Benavides, de la Clínica de la Universidad de Los Andes, asegura que en preescolares las consecuencias típicas son la irritabilidad y falta de apetito, mientras que en escolares se presenta una baja en la atención.

Asimismo, los adultos mayores también presentan trastornos producto del cambio de hora y es común que despierten alrededor de las cuatro de la mañana por falta de adecuación.

Otros de los mayores afectados son "las personas que hacen turnos, los que sufren de trastornos previos del sueño y quienes tienen patologías psiquiátricas, todos ellos recibirán inmediatamente el impacto de dormir una hora menos", sostiene el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, doctor Enzo Rivera.

Respecto a los adultos jóvenes y adultos, los especialistas aseguran que en dos o tres días su organismo logra adecuarse, pero que posibles efectos secundarios serían: cefalea, somnolencia diurna, cansancio, irritabilidad, errores en tareas que exigen concentración, molestias gastrointestinales, fallas de memoria, accidentes laborales y caseros.

Consejos para enfrentar el cambio de horario


De acuerdo a una serie de recomendaciones hechas por expertos en medicina del sueño, las principales sugerencias para estos primeros días son:

- No dormir siesta, ya que esto dificulta conciliar el sueño en la noche.
- Evitar dormir o quedarse acostado hasta tarde los días posteriores al cambio de hora.
- No consumir estimulantes como café, alcohol y bebidas energéticas en la tarde
- Conservar las horas de comida según el horario antiguo y cambiarlas lentamente, tomando de tres a cinco días para llegar al horario nuevo y comer al menos dos horas antes de irse a dormir.
- No realizar ejercicios pesados antes de ir a dormir. Se recomienda practicar actividades como yoga o técnicas de relajación, entre otras.
- Apagar pantallas como la televisón, el celular o tablets al menos media hora antes

Respecto al último punto, que parece bastante difícil de cumplir ya que muchos tienen televisores en su pieza o ven el celular antes de acostarse, Menéndez enfatiza que "hay que erradicar la costumbre de usar pantallas antes de dormir, ya que la luz artificial inhibe la melatonina –hormona que regula el sueño– del mismo modo que la luz natural. Por ello, es recomendable dejar de lado el celular y el tablet unos 15 ó 20 minutos antes de acostarse".

Beneficios del nuevo horario


Según la doctora Benavides, "tener tardes más largas beneficia al rendimiento de las personas, ya que el cerebro tiene sensores que se activan ante la luz solar". La especialista asegura que con el horario anterior lo que se hacía era "forzar un poco la hora, porque se trataba de alargar la tarde mediante luz artificial y eso desregula las hormonas cerebrales".

Además, destacó que "el nuevo horario es más biológico que el anterior pero de todas formas ninguno se adecua a nuestro reloj interno" y agrega que "lo que debemos hacer es optimizar el uso de la luz solar. Hay que evitar estar a oscuras, deberíamos tener horarios diurnos y el de la noche dejarlo para descansar".

Sin embargo, reconoce que es bastante imposible cumplir con dichos ideales, debido al sistema escolar y de trabajo actuales, "los que impiden llevar ese ritmo".
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