SANTIAGO.- Los altos índices de evasión del último trimestre del Transantiago, que alcanzaron el 30%, no son producto de las altas tarifas ni de bajas multas.
Según un estudio realizado por los ingenieros Alejandro Tirachini y Martín Quiroz, esto se debe a la falta de fiscalización que redunda en que las probabilidades de ser descubierto evadiendo sean cercanas a cero.
La investigación llevada a cabo por el académico de la Universidad de Chile junto a un alumno egresado de Ingeniería Civil de la casa de estudios, comparó los niveles de evasión y las estrategias para combatirla en los sistemas de transporte público de Santiago, Mendoza, Bogotá, Madrid, Londres, Berlín y Melbourne.
"A lo que llegamos después de analizar esta situación (...) es que Santiago necesita una batería de herramientas multidimensionales para disminuir la evasión de forma drástica. Entre ellas, la más relevante es aumentar significativamente la fiscalización, porque es la variable que encontramos que Santiago estaba peor en comparación con afuera", explicó Tirachini a Emol, quien también investigador del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería.
Alejandro Tirachini:
"La probabilidad de que te pillen es de uno en mil"
De hecho, la tasa de evasión en la capital, que se ha duplicado desde la puesta en marcha del sistema, fue por mucho la más alta de los países estudiados.
¿En qué piensa la gente cuando decide evadir?
"Una persona cuando toma la decisión de evadir, lo que toma en cuenta son dos cosas: la probabilidad de que sea pillada y, si la pillan, qué sanción va a recibir", comentó el ingeniero.
Calculando la probabilidad de ser descubierto al no pagar el pasaje del Transantiago, los investigadores llegaron a la conclusión de que se trata de una en mil o de 0,1%. Esto, debido a que según los expertos sólo hay 247 inspectores en la capital dedicados exclusivamente a controlar la evasión.
Con este dato, el estudio reveló que la "utilidad de evadir" -que toma en cuenta la probabilidad de ser descubierto, el ahorro de la tarifa de $640 y la multa de $64 mil pesos- es de $64 pesos.
247
Fiscalizadores del Transantiago en la capital
"Si tu comparas $640 versus $64 te das cuenta en el fondo de que te sale a cuenta evadir", señaló Tirachini.
En términos más fáciles, el investigador explicó que "la probabilidad de que te pillen es de uno en mil, entonces si tu haces mil viajes y lo pagaras todos es $640 mil pesos, mientras que por otro lado, en esos mil viajes si no pagaras ninguno y en promedio te van a pillar en uno, te van a sacar esa multa de $64 mil pesos. Por lo tanto estás comparando ese costo de $64 mil contra $640 mil".
Además, el estudio reveló que la tarifa del Transantiago ha ido aumentando proporcionalmente con el aumento del ingreso promedio del chileno, sin embargo la evasión crece a niveles exorbitantes. Tirachini, por lo tanto, lo adjudica a la falta de fiscalización.
Aún así, sostuvo que "sí hay un efecto ingreso, para las personas de bajos recursos el transporte público como porcentaje de su ingreso sí es demasiado alto".
Medidas para disminuir la evasión
Tras la investigación, los ingenieros elaboraron un paquete de medidas que, según ellos, reduciría la evasión de gran manera. Aunque esto conllevarían una gran inversión por parte del Gobierno, Tirachini explicó que se recuperaría con los ingresos provenientes de una mayor tasa de pago del pasaje.
La solución más importante para el académico de la Universidad de Chile es "aumentar la cantidad de fiscalizadores por bus y la cantidad de equipos fiscalizando", en por lo menos cinco o diez veces de los que hay actualmente.
Además, se debería permitir a los fiscalizadores multar sin Carabineros al lado, que los funcionarios puedan vestir de civil y usar la máquina para el control de identidad (para los casos en que las personas sorprendidas evadiendo digan no tener identificación) y mejorar las campañas de concientización (por ejemplo, cambiar la palabra "evadir" por "robar").
También recalcaron que la segunda multa por evasión debe ser más cara que la primera y que el Estado subsidie pasajes a las personas de escasos recursos.