SANTIAGO.- A comienzos de junio, cuando las primeras movilizaciones se hacían patentes, los estudiantes de la U. Alberto Hurtado votaron el paro y luego vino la toma. Rodrigo Gálvez (18), alumno de Pedagogía en Música, cuenta que en una asamblea "dijimos que no íbamos a entregar trabajos", y esa decisión se mantuvo, incluso, cuando el plantel anunció los exámenes finales del semestre.
Luego, al momento de rendir las pruebas, "llegó muy poca gente y a la mayoría, como a mí, nos rellenaron los espacios vacíos con notas 1, lo que causó que una cantidad grande reprobara", afirma el joven según consigna
"El Mercurio".
Gustavo Orellana, presidente de la federación de estudiantes de esa universidad, asegura que, según sus datos, hay 1.200 alumnos (equivalentes al 20% de la matrícula total) que tuvieron nota 1 al cierre del semestre, y además, hay tres carreras -Trabajo Social, Licenciatura en Historia y Pedagogía en Música- "donde casi el 100% de los estudiantes quedó con nota 1 y está reprobando".
Según el dirigente, es primera vez que esta situación se da en la universidad, y critica que el plantel no dialogó con ellos, por lo cual acudieron al Ministerio de Educación para pedir su mediación, sobre lo cual esa cartera se pronunciará en los próximos días.
Por su lado, la vicerrectoría académica de dicha universidad informó por escrito que durante el primer semestre, "hubo una tasa superior de reprobación, aunque se distribuye de manera desigual entre los programas de pregrado. El 30% de las carreras vio aumentadas sus tasas de reprobación entre cinco y 10 puntos porcentuales. El resto las mantuvo en parámetros muy similares a los del año anterior".
Además, afirma que hay 152 estudiantes que están en causal de eliminación, "en ningún caso son 1.000 o 1.100 los estudiantes eliminados".
La universidad también indica que se hizo un "esfuerzo para reprogramar extraordinariamente asignaturas que no se dictan en este semestre, reforzar aprendizajes y ampliar o crear nuevas secciones durante el primer semestre de 2017", con el fin de que puedan completar la carga académica más fácilmente.
En la U. Católica de Temuco se dio una situación similar, ya que en un inicio pusieron notas 1 a quienes les faltaban evaluaciones. Pero ahora optaron por extender el semestre, para no perjudicar a los alumnos.
Otros casos
Tres semanas duró la toma de la U. Católica Silva Henríquez y según cuenta el vicerrector académico Manuel Pérez, el fin de semestre se aplazó dos semanas, en las cuales se concentraron las clases y los repasos. No obstante, "tuvimos mayores índices de reprobación, pese a que tratamos de darle normalidad" al semestre, reconoce.
Según el vicerrector, el impacto se dio en carreras como Kinesiología y Fonoaudiología, donde la reprobación aumentó en hasta 18%. Y esto se acentuó en ramos como Química y Ciencias Básicas, "que tienen un porcentaje de reprobación de 28% y que aumentó fácilmente al 45%".
Ante eso, la universidad también abrió cursos, "aun cuando no les corresponde por semestre, para evitar atrasos" significativos de los jóvenes. Pérez añade que, "entendiendo que hay una crítica legítima (por parte de los estudiantes), que la manifiesten con una movilización, una paralización de actividades tiene poco sentido, porque en definitiva el impacto mayor es en ellos".
El aumento en la reprobación también se dio en la U. Diego Portales, según la presidenta de la federación Carolina Figueroa. "Muchos de los estudiantes movilizados estaban conscientes y de acuerdo con tomar esa decisión, por lo importante que es este año y por la protesta nacional". La universidad fue consultada respecto de la situación, pero no se pronunció.