SANTIAGO.- La llegada de inmigrantes a Chile es una realidad cada vez más patente, y hay ciertas comunas del país donde el panorama se hace más evidente. Es el caso de Independencia, comuna que en sus centros de salud implementó medidas de atención especiales para extranjeros, especialmente para la población haitiana, como la contratación de personal que habla creole.
Paulina Arestey es asistente social del Cesfam Doctor Agustín Cruz Melo, centro que junto al centro Juan Antonio Ríos, son los dos consultorios de la comuna que tienen funcionarias de habla creole.
Arestey explica que la presencia de estas dos "facilitadoras" se enmarca dentro del Programa de Acceso a la Atención de Salud a Personas Inmigrantes de Independencia.
"El marco del programa es bien amplio, el objetivo es ojalá poder llegar a la población irregular y diseñar, definir, diferentes estrategias que busquen mejorar el acceso en salud de las personas inmigrantes", señala la asistente social.
Se trata de un convenio que en la comuna comenzó a implementarse desde el año pasado y que está financiado por el Ministerio de Salud, a través del Servicio de Salud Metropolitano Norte. Algo parecido se realiza también como plan piloto en varias comunas del país, como Recoleta y Antofagasta.
La idea surge por los problemas que tenían los haitianos llegados a Chile de comunicar sus síntomas y entender las recomendaciones de los médicos en los consultorios.
Aline Phanor:
"Les encanta, porque algunos que no hablan (español) no podían venir al consultorio"
"Sobre todo para los profesionales matrones era muy complicado con las embarazadas. Estaban llegando haitianas y los profesionales no podían dar indicaciones o se les entregaba un papel o volante en español", comenta Arestey.
Comenzaron contratando a un técnico hace dos años, que hablaba francés y un poco de creole que, además de cumplir sus funciones como técnico, era llamado para traducir en ciertas ocasiones. Este año, se sumaron dos facilitadoras.
Una de ellas es Aline Phanor, una haitiana que llegó al país hace un año y medio aproximadamente y que trabaja hace un mes en el Cesfam Cruz Melo. Ella traduce en español y creole las conversaciones de los pacientes y las fichas médicas para los box de los doctores.
Aline afirma que la medida ha resultado muy positiva para la población haitiana en Independencia. "Les encanta, porque algunos que no hablan (español) no podían venir al consultorio, porque tenían miedo de que cuando hablan el doctor no les entiende y ellos tampoco entienden lo que dice el médico", comenta con un marcado acento creole.
Santiago inclusivo
La comuna de Santiago también cuenta con una gran población inmigrante, que incluso ya han formado familias en Chile. La municipalidad, a través del Centro de la Infancia y Familia (CIF), gestiona 21 jardines infantiles, en los que el 52% de los alumnos proviene de familias migrantes.
52%
De los niños en jardines de la comuna de Santiago provienen de familias inmigrantes
Por eso, desde hace tres años que en la comuna se han aplicado una serie de cambios en la enseñanza de los niños. "Incorporamos a toda la comunidad educativa en la elaboración del proyecto de cada jardín y en esa dinámica sumamos la diversidad de familias, tanto de papás chilenos, latinoamericanos como japoneses y holandeses, que son parte de nuestros jardines", comenta Paula Jaramillo, directora de CIF.
Esto se traduce, según Jaramillo, en la realización de ferias gastronómicas, celebraciones de las fiestas patrias de cada país, la incorporación de banderas en lugares comunes, poniendo la diversidad cómo pilar educativo.
Además, en la municipalidad de Santiago existe desde enero de 2013 la Oficina de Migrantes, que trabaja en tres líneas: la regularización de documentos y búsqueda de trabajo, un área territorial que colabora con organizaciones sociales y un área de talleres.
La asesora técnica de la oficina, Carolina Huatay, destaca que "quizás el más llamativo (de los talleres) es el de lingüística de creole-español por la creciente población haitiana y muchos llegan sin saber el idioma, entonces se les hace muy difícil por la barrera del idioma".
No sólo comunas
El sector bancario en Chile también representa un problema para quienes no hablan el español. Por eso, según consigna El Mercurio, en el Banco Estado comenzarán a trabajar funcionarios mapuches y haitianos a partir de octubre, con el fin de atender a los clientes en mapudungún y creole.
Éstos trabajadores se dedicarán a contestar los llamados telefónicos y atender, a través del call center, las dudas que lleguen de personas en otras sucursales del país.