SANTIAGO.- El 2% de las personas que fueron representadas por la Defensoría Penal Pública, durante 2015, son extranjeras, lo cual es cerca de 350 mil año.
Según las estadísticas del mismo organismo, entre enero y abril de 2016, las regiones que concentran una mayor proporción de imputados extranjeros ingresados al sistema de la Defensoría corresponden a la zona norte del país. El ranking lo lidera Tarapacá, con un 12,9%; Arica y Parinacota (10,7%) y Antofagasta (8,2%). Este mismo listado se repitió en 2015.
Según consigna El Merucrio, la Defensoría Penal Pública está implementando un plan piloto en la capital de la II Región: un abogado especializado para imputados que sean extranjeros.
"Está vinculado allá obviamente porque, porcentualmente, los extranjeros que están en Antofagasta tienen un impacto más alto en la sociedad", explica Pablo Aranda, jefe de la unidad de Defensa Especializada, la cual incluye abogados expertos en jóvenes, reos, indígenas, como también de extranjeros y migrantes.
La idea es que este abogado también trabaje con un asistente social, que haga toda la labor extrajurídica con el imputado.
Esta sería la primera experiencia en exclusividad para este tipo de imputados, ya que actualmente solo tienen defensores dedicados y capacitados en las defensorías locales de la Región Metropolitana.
Sin embargo, el abogado hace una diferenciación entre los ilícitos que más comete un extranjero que está de paso en el país al que está asentado. "El que lleva muy pocas horas en el país y que delinque, enfocado en la zona norte, tiene relación con el tema drogas. Extranjeros que llevan muchos años avecindados en Chile, realizan delitos iguales a los chilenos: manejo en estado de ebriedad, violencia intrafamiliar, etc.".
Igualmente, Aranda es enfático en negar que la cifra de delitos cometidos por extranjeros "se esté disparando o que los migrantes viajaron a cometer delitos".
Asegura que "los extranjeros delinquen menos que los chilenos". Explica que la participación porcentual de ellos en el sistema penal es más baja que la proporción entre el total de migrantes y la población nacional.