SANTIAGO.- El Primer Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para Kevin Olguín, quien regresó este jueves de España tras ser extraditado por la justicia de ese país luego de permanecer dos años prófugo, sindicado como uno de los autores del robo de 6 mil millones de pesos desde un camión de valores, en el aeropuerto de Santiago.
El joven, hermano de Fabián Olguín -absuelto en el caso- fue formalizado por el delito de receptación de vehículo motorizado y robo con intimidación, y deberá permanecer privado de libertad durante el periodo de investigación en su contra.
La audiencia de comunicación de cargos se realizó esta tarde tras la llegada del imputado desde Madrid, donde estuvo detenido a la espera de su entrega a la justicia chilena, para ser enjuiciado por su supuesta participación en el atraco ocurrido en agosto de 2014.
En instancia, la Fiscalía Metropolitana Occidente le atribuyó haber cortado los candados de unas dependencias del Ministerio de Obras Públicas en el aeropuerto, para facilitar la huida del resto de los asaltantes.
Culpables
En mayo pasado, el Primer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago declaró culpables a cinco de los seis acusados por el Ministerio Público por su participación en el asalto.
El único absuelto fue el hermano de Kevin Olguín, luego que el tribunal no lograra acreditar su vinculación en el hecho.
El caso marcó un hito en la historia policial por el monto sustraído, sino también por el modus operandi de los sujetos.
El asalto contempló, incluso, el cambio de candados de las rejas de accesos al aeropuerto, el uso de inhibidores de señal de radio y GPS, trajes reflectantes similares a los utilizados por los trabajadores del recinto y la quema de un vehículo para distraer a la policía.
Hasta ahora no se ha logrado recuperar más del 10% de lo robado, ya que 5 mil millones aún no no se han sido hallados.
Mientras, aún permanece prófugo Alfredo Álvarez, en tanto que el noveno integrante de la banda, Marcelo Moya, recibió sentencia en abril del año pasado y cumple una condena de tres años de prisión en libertad vigilada por haber facilitado su vehículo para el asalto.