SANTIAGO.- La mediática renuncia de un profesor uruguayo porque se cansó de "pelear contra los celulares" en clases reabrió la polémica sobre cuál es el uso que se le debe dar a estos aparatos al interior de los establecimientos educacionales.
"Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla (...) Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa de recibir selfies",
fueron algunos de los descargos del profesor a través de una carta.
En Chile no existe una política unitaria frente a este tema, y es posible encontrar desde colegios que los prohíben y los requisan, hasta otros que los aceptan y regulan su uso, empleándolos incluso como herramienta de aprendizaje durante las clases.
Prohibición
Algunos colegios se han inclinado por restringir el uso de celulares al interior de los establecimientos. Es el caso del Instituto Nacional. Según señala el vicerrector de extensión, Carlos Urzúa, el reglamento del colegio establece que "está prohibido el uso de celular por parte de los alumnos como teléfono y también recomienda que los alumnos no vengan al colegio con ese tipo de equipos".
Explica que esta medida se debe a "la desconcentración que tienen los alumnos cuando se comunican externamente". "La idea es que el alumno esté concentrado para alcanzar los mejores resultados en los trabajos de aula", señala.
Por eso, dice que "cuando alguno de ellos hace uso del celular en la sala de clases, el profesor está autorizado a quitárselo y entregárselo al final de la clase o retirarlo en la inspectoría".
"Uso pedagógico" del celular
Una fórmula distinta aplican en el Colegio Sagrado Corazón Apoquindo Monjas Inglesas, de Las Condes, donde está permitido utilizar el celular de sexto básico en adelante, pero con regulaciones, que están establecidas en el manual de convivencia escolar.
La subdirectora académica del colegio, Ingrid Salazar, explica que allí se promueve el "uso pedagógico" del celular, es decir que "hay momentos en que el profesor le dice a las alumnas, por ejemplo, que busquen palabras en el diccionario, o información en los portales que nosotros les vamos diciendo. Hacemos un uso a diario del celular en ese sentido".
Cuando hay pruebas o evaluaciones, existe el acuerdo de que las alumnas dejen su celular en lugares que están delimitados en la sala de clases, cerca de los pizarrones o en una caja.
Paralelamente, en el colegio han elaborado afiches y folletos con recomendaciones para un adecuado uso de los grupos de WhatsApp en la comunidad escolar, por ejemplo, hasta qué hora se pueden usar y qué cosas se pueden o no enviar, de modo que sea "sensato".
La académica piensa que sería contraproducente prohibir el uso del celular al interior del colegio. "Obvio que cuesta, pero en la medida en que hacemos un uso que nos sirva y que no estemos contra, finalmente nos va a ayudar a todos a avanzar", señala.
Uso más libre
Otro método, que se utiliza más en las universidades, es poner pocas restricciones al uso del celular, aunque esto no implica que se apliquen las sanciones respectivas en caso de copia.
El decano de la Facultad de Comunicaciones de la U. Católica, Eduardo Arriagada, dice que no tienen una política global sobre el tema, aunque en su opinión, "un alumno que manda un saludo o una carita es la misma desconcentración que tener a un compañero al lado".
Dice que él en sus clases "fomenta" el uso del celular y lo trata de "integrar" en la enseñanza. "Les preguntas cosas y tratas que ellos usen las redes en favor de las clases. El camino no va por las prohibiciones, sino por el aprovechamiento del aparto en favor de la clase", afirma.
Agrega que "las personas tienen en su bolsillo un súper computador que tiene conexión a internet y se pueden hacer cosas indefinidas. Se puede copiar, te puede conectar, el tema es cómo puedes hacer que la gente use eso a favor de su clase".
A criterio del profesor
En otros establecimientos, no existe una política sobre el tema y, en la práctica, la decisión queda a criterio de cada profesor.
Mayte González, alumna del Colegio Los Reyes (particular subvencionado), cuenta que "la profe de Biología al principio de la clase nos hace dejar todos los celulares en el mesón y cuenta los celulares y los estudiantes, y si alguno no lo ha entregado, lo quita, lo anota y después se lo entrega al apoderado".
En cambio, hay otras asignaturas, como Lenguaje e Historia, donde "los profes nos permiten usarlo para buscar información extra".
Cuenta que en su curso todos los estudiantes tienen celular, salvo dos, "pero porque se los robaron". Dice que para lo que más san el aparato es para escuchar música y jugar, pero hay veces en que han sorprendido a alumnos copiando (por WhastApp o buscando información en la web) y tomándole fotos a los profesores "para hacer memes".