SANTIAGO.- La división Chiquicamata de Codelco registró un récord en la perdida y robo de cobre: en nueve meses ya supera las 60 toneladas de material sustraído.
El robo de cobre ha comenzado a ser lucrativo y a la vez un inédito negocio para bandas organizadas. Estas "mafias" -como las describe la administración de Chuquicamata- operan y trabajan coordinadamente para sacar cobre en distintos formatos, los que durante el 2016 han sido retirados de forma ilegal desde el centro de producción cuprífera, según consigna El Mercurio de Calama.
Desde la división, aseguraron que son 36 las denuncias interpuestas en la Fiscalía y sobre ellas el gerente general, Sergio Parada, comentó que les "preocupa lo que ocurre con nuestros trabajadores, porque las últimas denuncias han sido con acciones violentas, amenazas directas a nuestra gente", recalcó el ejecutivo.
El 29 de abril pasado, la Policía de Investigaciones (PDI) incautó un camión con 16 toneladas de concentrado de cobre que serían trasladados hacia algún lugar del sur del país, donde eran esperados por una organización dedicada a este ilícito.
En aquel procedimiento los efectivos a cargo explicaron que a través de un seguimiento se logró la detención de dos hombres, quienes al ser interrogados no aportaron mayores antecedentes y que sólo "debían entregar la carga incautada".
Era una de las primera alertas que daba cuenta de las cantidades de cobre que pueden llegar a sacar desde los más de 400 kilómetros cuadrados de la división más grande de Codelco.
Toneladas
En los últimos tres meses, Carabineros logró recuperar más de 50 toneladas de cobre robado al interior de Chuquicamata, destacando el procedimiento que el 27 de agosto le permitió a la Sección de Investigación Policial (SIP), dar con una 30 toneladas de cobre en cables, láminas, concentrado y otras variantes del material que fueron halladas en el sector poniente de Calama, específicamente en las cercanías del cerro La Cruz.
Además, explicaron que han reorganizado patrullajes y la acción de los cuadrantes que cubren ese punto al poniente de Calama, "los que incluyen también mayor presencia en los sectores aledaños a Chuquicamata y Ministro Hales", precisó el comandante Edgardo Ponce.
Asociaciones ilícitas
Una de las tesis que baraja la Fiscalía -a pesar de mantener en estricta reserva las investigaciones en torno al robo de cobre- corresponde a las asociaciones ilícitas que se dedican a este delito y que además operan sólo en función de sustraer, en distintos formatos, cobre y concentrado desde el yacimiento. Además, las bandas trasladarían el cobre al sur para venderlo en fundiciones clandestinas que existen en la zona central.
Ha trascendido, además, que las grandes cantidades de cobre sustraído no sólo se deben -en parte- a las monumentales dimensiones del recinto minero, sino que a que la seguridad es sobrepasada y que no cuenta con la capacidad de dar abasto a tan amplio emplazamiento.
Aún cuando no existen o no han sido cifras comparativas que den cuenta la cantidad de cobre que pierde la estatal producto del actuar de bandas y organizaciones criminales, este 2016 es uno de los años en que se ha hecho patente con mayor fuerza. Las cifras suman y siguen y se teme que podrían continuar en ascenso, ponderando este año como uno de los que más toneladas de cobre fueron robadas del yacimiento más grande de cobre.