SANTIAGO.- Por cada paciente inscrito en los consultorios, el Ministerio de Salud entrega un monto mensual a los municipios, que administran la mayoría de estos establecimientos. Con ese monto, que se conoce como per cápita basal, las comunas deben financiar desde controles médicos hasta acciones de prevención y promoción.
Pero, históricamente, los alcaldes han reclamado que el dinero que les entrega la cartera no les alcanza. Y esa apreciación es refrendada por la propia secretaría de Estado, que en 2015 inició un análisis para determinar cuántos recursos se requieren realmente para solventar los requerimientos de la salud municipal, señala "
El Mercurio".
Para el estudio se consideró un punto medio entre el ideal de prestaciones que deben entregar los consultorios, considerando su estructura poblacional y las atenciones que efectivamente se están realizando en estos centros. Todas ellas fueron valoradas y el resultado fue que existe una brecha de financiamiento de 37,9%.
Es decir, si en 2015 por cada paciente inscrito el Ministerio de Salud estaba transfiriendo $4.373 mensualmente a los consultorios, en realidad ese monto debiera elevarse a $6.028.
Es una diferencia de $1.655 mensuales por persona; pero, si se multiplica por los más de 12 millones de pacientes inscritos en consultorios, da como resultado un déficit de más de $239 mil millones al año.
“Sabemos que es un monto considerable”, reconoce el jefe de la división de Atención Primaria del Ministerio de Salud, Bernardo Martorell, quien agrega que “la realización de este costeo fue un acuerdo con la Asociación Chilena de Municipalidades y la Confusam (Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal) y tiene como objetivo precisamente ver cómo se puede ir cerrando esta brecha que los municipios han denunciado”.
Entre 2015 y 2016 el per cápita se reajustó en 11,5% y con ello se llegó a los $4.895 que este año se les está pagando a las comunas.
Al respecto, el presidente de la comisión de Salud de la Asociación Chilena de Municipalidades y alcalde de La Granja, Felipe Delpin, señala que “nosotros esperamos que el per cápita siga aumentando, y que ojalá el próximo año este supere los $5.000, porque hay un acuerdo con el Gobierno para cerrar la brecha al término de este período presidencial”.
Pero si bien Martorell dice que “ya en el presupuesto de este año se hizo un esfuerzo importante para aumentar el per cápita”, sostiene que “estimamos que en cuatro años más, si se mantiene este ritmo de crecimiento, se podría cerrar la brecha”.
El problema de que la salud municipal no se esté financiando totalmente es que “los beneficiarios no están recibiendo todas las atenciones que deberían recibir”, admite Martorell.
Para enfrentar esto, algunas comunas destinan recursos propios a la salud. De hecho, en 14 municipios el aporte propio es mayor al del ministerio. “Pero hay comunas que no pueden hacerlo o, si lo hacen, tienen que dejar a un lado otras áreas de la gestión municipal”, admite Delpin.
El ex ministro de Salud y actual académico de la U. de los Andes, Jaime Mañalich, advierte que “no se trata solo de aumentar los recursos. En esta estimación, no se considera la eficiencia de gestión. La atención primaria no está siendo eficiente; eso significa que se atiende a un paciente, pero este vuelve descompensado porque no se resuelve su problema de salud. Y eso eleva el gasto”.
Otra mirada tiene el presidente de la comisión de Salud de la Asociación de Municipalidades de Chile (que reúne a alcaldes de oposición), Felipe Guevara, quien plantea dudas acerca del objetivo de Salud al hacer este análisis: “Uno podría pensar que lo que están haciendo es generar los preceptos para comenzar a encubrir la desmunicipalización de la salud, bajo el argumento de que ‘los municipios no tienen plata para consultorios, así que se los quitamos...’”.