SANTIAGO.- En agosto de 2011, una niña de 11 años fue raptada en la mitad de la noche, luego violada, golpeada y abandonada a su suerte por un sujeto que había arrendado una habitación en su casa. Se trataba de José Wilson Rojas Guzmán, quien en la época tenía 30 años.
Sin embargo, la menor sobrevivió y solicitó ayuda.
Lo anterior dio paso no sólo a uno de las investigaciones más dramáticas que se recuerde en Riverside, California, EE.UU., sino también a uno de los casos que más recuerda la ex policía y experta en casos de abuso sexual contra menores, Roberta Hopewell.
"La encontraron y fue llevada a un hospital. No se sabía quién era la persona culpable. Le asignaron ocho detectives y a los dos días arrestaron a una persona. Él era de México, arrendaba una pieza donde vivía la niña y había dejado la casa hacía unos días", dice la profesional que trabajó durante 27 años en el Departamento de Policía de esa ciudad y hoy viaja por el mundo dando conferencias.
Así fue que llegó a Chile la semana pasada para participar en el diplomado de la Fundación Amparo y Justicia y la Pontificia Universidad Católica, “Los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos sexuales y el sistema judicial”. El curso está dirigido a policías, fiscales y funcionarios del Servicio Nacional de Menores (Sename).
En entrevista con Emol, Hopewell entrega las claves para detectar a un victimario, a una posible víctima, una investigación de este tipo y cómo la familia debe enfrentar una situación compleja como ésta.
Respecto de este último punto, sostiene que "lo primero es lograr la aceptación del afectado y devolverlo a su rutina. Mientras que respecto de la familia, se debe lograr que acepten lo que sucedió y orientarlos en cómo enfrentar lo sucedido y especialmente en frente de la víctima".
¿Cuáles son las sugerencias para los familiares de una la víctima?
-"Lo que dicen los policías es que si el niño quiere hablar, que se le escuche y respondan sus preguntas, pero que lo que siempre se les dice que ellos no traigan a colación el tema del abuso sexual. Que nazca del niño. También depende mucho de la edad, porque una víctima de dos o tres años no va a recordar, a diferencia de una niña de ocho a diez años".
¿Cómo se puede abordar a un niño víctima, cuando está amenazado de muerte él o su familia?
-"Lo primero es poner a la víctima en un lugar muy seguro. Lo mismo con los padres y las familias, y tienen que entender que lo están haciendo para ayudarlos a ellos y al juicio. En muchos estados (de EE.UU.) existen normas que permiten prohibir la comunicación de los imputados con las víctimas y sus familias. No es solamente como una medida cautelar, sino que es un delito. Incluso los padres pueden ser detenidos e iniciarse una investigación por facilitar o permitir el contacto del imputado".
¿También va a depender de la edad?
-"Depende de la edad. Con niños más jóvenes, junto con llevarlos a terapia, lo ideal es que hagan sus cosas rutinarias, al igual que su familia. En el caso de los adolescentes es más complejo y se ve caso a caso. En todo caso igual es recomendable que sea llevado a terapia, porque para ellos puede ser bueno hablar con alguien ajeno a la familia acerca de lo que sucedió".
¿En el caso de los niños entre 8 y 10 años, que no son adolescentes, pero igual entienden lo que pasó?
-"Terapia y acompañamiento. Es muy importante que estén involucrados los terapeutas y los investigadores, porque es un niño que va a ir a juicio. En el caso de California, hay una red de especialistas y terapeutas que le explican el proceso al niño. En el caso de que la persona sea procesada y el niño tenga que declarar, se le asigna un asistente social al menor que son también sicólogos, que sólo están preocupados de la protección del niño. Ellos les explican el procedimiento en la corte e incluso se sientan al lado de ellos si tienen que declarar. La persona no le habla del caso, es una persona que protege al niño".
Declaración de menores en tribunales
Una de las inquietudes de los investigadores es la cantidad de veces que un niño puede declarar ante un tribunal, pues hay voces que señalan que con ello, el menor afectado se puede revictimizar.
En Chile hay casos en que se ha entrevistado a los niños abusados dos o tres veces. ¿Qué es lo aconsejable en las investigaciones sobre niños abusados?
-"A veces es necesario que sea más de una entrevista, pero lo aconsejable es que sean una o dos a lo más, pero habrá algunos casos que por su naturaleza y complejidad, en que si es necesario hay que hacer más entrevista, habrá que hacerlo".
¿Cómo se aborda este tema en su país?
-"En California no hay una norma que diga cuántas veces tienes que entrevistar a un niño. La mayoría de las fuerzas policiales están contestes en que se haga una entrevista forense y una declaración judicial".
En ese sentido, ¿Cuáles son las claves para una buena investigación?
-"Quien sea que lleve la investigación, es importante, que dedique tiempo, a mayor tiempo, experiencia y mayor cantidad de casos que tenga va a hacer que las investigaciones sean mejores".
Importancia del banco de ADN
En el caso de violación presentado al inicio de esta nota, José Guzmán fue detenido a los dos días. El mismo día en que fue arrestado se le tomaron muestras de ADN, con lo que se pudo comprobar su culpabilidad en otros cuatro casos similares.
¿Cuáles son los tips para detectar a un potencial del victimario?
-"Primero los padres tienen que estar presentes y conscientes del entorno de los niños, con quien se relaciona y uno no puede confiar absolutamente en otras personas, aunque las conozca. En alguna medida hay que sospechar de todos".
En esa línea, ¿Cuáles son las señales que muestran los niños que han sufrido este flagelo?
-"Dolor de cabeza, de estómago, no querer estar cerca de una persona determinada. También puede haber lesiones o heridas en cualquier parte del cuerpo, como tener moretones en los brazos o en las piernas por haber sido sostenidas y un cambio en el normal comportamiento del niño. En esos casos llamar a la policía".
