SANTIAGO.- El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, dio a conocer el nuevo Plan de Descontaminación Atmosférica de la Región Metropolitana, que contiene la controvertida medida de la restricción permanente para los vehículos catalíticos anteriores a 2011.
Pero el plan –cuyo costo es de US$1.013 millones- también tiene nuevas normas para el sector residencial y las industrias.
Según el secretario de Estado, desde 1989 a la fecha "existe una reducción constatada de un 68% de emisiones, no obstante, aún estamos sobre la norma diaria y anual".
Los beneficios de estas medidas tendrán un horizonte de evaluación de diez años, especialmente en la "calidad de vida de las personas". Según Badenier, el plan "nos permitirá reducir la mortalidad prematura de unas 2.300 muertes al año".
"El plan nos permitirá reducir del orden del 60% de las emisiones de material particulado", agregó.
Respecto a la fiscalización de estas medidas, Badenier aseguró que es la Superintendencia de Medio Ambiente quien tiene el mandato legal para la supervisión e implementación del plan.
"Es este organismo el que anualmente programa con los servicios públicos competentes que tienen las facultades fiscalizadoras", mencionó. Agregó, que la Subsecretaria de Transportes se encargará de la restricción vehicular.
Restricción a catalíticos
Una de las medidas que recalcó la autoridad de Medio Ambiente, fue la prohibición permanente de dos dígitos a los vehículos con convertidor catalítico inscritos antes del 1 de septiembre de 2011, durante el periodo de gestión de períodos críticos.
Esta medida se podrá modificar durante emergencias medioambientales que aumentarán a cuatro dígitos de restricción vehicular, incluyendo fines de semana.
Las autoridades estiman que esta medida afectará –del parque total de 1.780.000 vehículos en la región Metropolitana- a 1.096.000 autos. "Cada vehículo anterior al año 2012 tendrá en teoría una restricción de 16 días al año, una vez a la semana, durante el 1 de mayo y el 31 de agosto". Además, se incorpora la restricción para motocicletas con un periodo de antigüedad antes del año 2010.
No se podrá mantener el auto encendido
Otra de las medidas en el sector del transporte es la prohibición de mantener encendido los vehículos detenidos por más de cinco minutos. Se agrega la creación y formalización de una zona de baja emisión para vehículos pesados a partir de 2018, que significará la restricción en el anillo de Américo Vespucio de los vehículos que tengan antigüedad mayor de 12 años.
Respecto al transporte público, a partir del 1 de septiembre de 2017 se exigirá la norma Euro VI en la flota del Transantiago, que es una tecnología de emisiones menos contaminantes.
Prohibición de leña
Las emisiones de material particulado están derivados de 119.731 equipos a leña en la región Metropolitana, que representa el 6% de los hogares de Santiago. "Un número relativamente menor, pero que desde el punto de vista de emisiones es tremendamente significativo en los meses de invierno", comentó el ministro de Medio Ambiente.
Frente a esta situación, el plan consideró la prohibición permanente del uso de leña para calefacción y cocinas durante todo el año en la provincia de Santiago, San Bernardo y Puente Alto. "En episodios críticos se extenderá a toda la región", apuntó el Ministro Badenier. "Lo que no está prohibido es el uso de calefacción a pellets, salvo que se declare una alerta, una preemergencia", aclaró la autoridad.
Desde la entrada en vigencia de este Plan, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, evaluará la entrega de subsidios para el acondicionamiento térmico y "recambio de calefactores en la región Metropolitana".
Sector industrial
En la región Metropolitana existen unas 13 mil fuentes fijas de contaminantes como procesos y calderas industriales- y frente a esto el plan considera "como eje central, el ajuste de las normas de emisión para estos establecimientos en termino de material particulado, de óxidos de azufre y nitrógeno", informó el Ministro.
Esta medida permitirá una disminución permanente, según aseguró Pablo Badenier, de las emisiones derivadas del sector. "Junto a esto se establece metas de emisión para 57 grandes fuentes industriales que deben reducir en un 30% sus emisiones".
Además, se propone el control de emisiones de amoniaco, especialmente, en la agroindustria.