SANTIAGO.- Para los fiscalizadores del Ministerio de Transportes a nivel nacional, resulta hoy un verdadero acierto "atrapar" a uno de los autos que prestan servicios para Uber.
A falta de un registro oficial y con un déficit de personal (sólo hay cerca de 500 fiscalizadores en el país, con otras tareas como el control de la evasión o el control del transporte formal, la emisión de gases, etcétera), los 34 mil vehículos que hoy circulan al margen de la ley con esta aplicación, transportan pasajeros sin mayores sobresaltos.
Según un informe obtenido por
El Mercurio a través de la Ley de Transparencia (y actualizado por el Ministerio de Transportes), hasta el 30 de septiembre de este año se logró detectar y retirar a 720 autos de Uber.
La cifra corresponde a solo el 2,1% de los 34 mil vehículos conducidos por algún conductor de la firma.
De acuerdo a estadísticas de Uber, estos autos transportan a 922 mil pasajeros frecuentes.
"Las cifras muestran que solo se detectan autos al azar, en forma circunstancial, pero como no existe un registro ni una estrategia de fiscalización, además de recursos escasos, no se puede hacer mucho más", plantea la ex subsecretaria de Transportes y especialista Gloria Hutt.
Y añade que con el registro será posible asociar los autos a una patente. "Mis dudas están en el cobro, que no tiene mucho sentido. No es claro si se tendrá un acceso al registro de kilómetros de cada auto".
¿Podría cambiar esta situación con el proyecto de ley que busca regular a Uber con medidas como un registro de conductores, la exigencia de licencia profesional y un mayor estándar de autos?
El ex seremi de Transportes y experto en transportes Raimundo Cruzat, dice que incluso con los taxis, que con sus colores distintivos están claramente identificados, resulta complejo generar una buena fiscalización.
"Los controles en el día a día van a ser pobres. Tal vez un registro podría permitir ver la tipología de la flota. Quizá el control del pago por kilómetro va a ser más factible porque es directo a la compañía", señala.
Añade que el proyecto debió avanzar en integración de las aplicaciones con la tarjeta bip!
Para el académico de la U. de Chile Alejandro Tirachini, "se debe implementar un logo distintivo que podría resolver mucho. También se debiese aumentar la planta de fiscalizadores porque se va a controlar a los tradicionales y a estas empresas", opina el especialista.