SANTIAGO.- Las elecciones del domingo son únicas en la historia del país por la inédita cantidad de candidatos que se medirán en ellas, a lo que se suma la polémica por los cambios de domicilio electoral de más de 463 mil chilenos, impulsando el fantasma de la abstención que en las pasadas elecciones llegó al 56%.
A pesar de esto, se elegirán alcaldes para 345 municipios y para seguir el proceso hay cinco datos que hay que tener en cuenta para detectar quienes son los ganadores y los perdedores de la contienda, más allá de los fríos números.
El fantasma de la abstención
El Gobierno, la oposición e incluso la Conferencia Episcopal, han realizado llamados a participar en las elecciones del domingo. Aunque analistas señalan que la baja participación podría favorecer a los alcaldes en ejercicio que buscan la reelección –debido a que son más conocidos y pueden movilizar a más gente- una alta abstención sería una derrota de todo el arco político. Eso se graficaría con una participación menor a los 43,2% que hubo en 2012.
Si bien las razones de este fenómeno pueden ser variadas, siendo la desconfianza generada por la los casos de financiación a la política uno de los principales, el error en el padrón sin duda que será un factor el domingo. Por lo mismo, La Moneda corre el riesgo que muchos apunten sus dardos hacía allá si el proceso tiene escasa participación.
La Nueva Mayoría y el "cuatro a cero"
En 2004 las elecciones de alcaldes y concejales se separaron en dos procesos distintos. Desde entonces, la Concertación –la Nueva Mayoría de ahora-, comenzó a medir los resultados bajo cuatro parámetros para demostrar que se imponía en las elecciones: Más alcaldes elegidos, más concejales elegidos, mayor número de votos en alcaldes y mayor número de votos de concejales.
En 2012, se ganó en estos cuartos parámetros. Si Chile Vamos logra arrebatarle uno de estos puntos podría considerarse una victoria para el sector.
Tener los resultados de 2012 a mano
En 2012 la centro izquierda ganó en 167 municipalidades y la centro derecha sólo lo hizo en 121. Además la Coalición perdió comunas emblemáticas como Santiago, Providencia y Concepción. Traducido en votos, la Concertación sacó 2.385.178, mientras que la Coalición obtuvo 2.079.854 sufragios.
En concejales, la Nueva Mayoría fue dividida: El pacto Concertación Democrática (PDC y PS más independientes) logró 1.458.233 votos (27,3%), imponiéndose 660 de los 2.126 candidatos que llevó. El pacto Por un Chile Justo (PPD, PR, PC más independientes) sacó 1.175.444 sufragios (22,01%), obteniendo 508 concejales de los 2.085 postulantes.
La entonces Alianza (hoy Chile Vamos al sumarse a nuevos partidos), en tanto, logró que 1.755.057 personas votaran por el bloque (32,8%), alcanzado 832 de los 2.209 candidatos.
Aunque es posible que Chile Vamos mejore las cifras respecto a lo ocurrido hace cuatro años, si no recupera comunas emblemáticas esa mejoría no tendrá un impacto.
Presidenciables con los ojos puestos en 2017
Las municipales también influirán en el panorama de la presidencial, donde los distintos liderazgos se han desplegado en el último tiempo en apoyo a los candidatos. Así, por ejemplo, los resultados que obtengan Chile Vamos y la Nueva Mayoría, serán un piso para las cartas que los representen la elecciones del 2017. Del mismo modo, la contienda en Santiago y Providencia, en caso de que triunfen Felipe Alessandri (RN) y Evelyn Matthei (UDI), serán un buen auguro para el ex Presidente Sebastián Piñera, al recuperarse dos comunas emblemáticas.
De lo contrario, si gana Carolina Tohá (PPD) en Santiago, el ex Mandatario Ricardo Lagos será visto como quien salga favorecido. Con ello, las cifras que consiga el PPD en materia de alcaldes y concejales serán importantes para la opción de Lagos, mientras que los resultados del PS podrían ser a favor o en contra de la senadora Isabel Allende y sus intenciones de llegar a La Moneda.
Y si bien es independiente, los resultados del PR serán también relevantes para la postulación del senador Alejandro Guillier, luego que el partido haya utilizado su imagen como rostro de su campaña municipal. A la vez, que han explicitado su intención de tenerlo como candidato presidencial.
Tras su formalización el pasado miércoles, el abanderado del PRO Marco Enríquez-Ominami mirará con atención el desenlace de las elecciones y donde se verá el real impacto de su situación para el partido, el cual a pesar de todo espera mantener o bien mejorar las cifras obtenidas el 2012.
¿Qué pasará en La Moneda?
Luego de días difíciles por los errores en el padrón electoral y las críticas al rol del comité político, sumado a un reducido cambio de gabinete el pasado miércoles, lo que ocurra en las municipales también será determinante para el Gobierno. De esta forma, se verá el impacto de sus esfuerzos por llamar a la gente a votar y los cuales podrían ser infructuosos si crece la abstención.
Además, la realización del proceso de forma correcta y sin mayores inconvenientes, ayudaría a superar los duros momentos que ha tenido que enfrentar el Ejecutivo y la Presidenta Michelle Bachelet, al ponerse en duda su capacidad para conducir los comicios.
