La ministra Carmen Castillo asistió ayer a la Tercera Subcomisión Mixta de Presupuestos que analiza la partida de Salud.
Jonathan Mancilla, El Mercurio
SANTIAGO.- El Ministerio de Salud es uno de los que más aumentarán su presupuesto el próximo año, en la medida en que se apruebe el proyecto de ley que se tramita en el Congreso. La cartera contará con más de $7,2 billones, lo que representa un incremento de 4,9% del gasto disponible.
"Es un crecimiento importante considerando las restricciones por las que pasa el país", dijo ayer la ministra de Salud, Carmen Castillo, cuando presentó el erario 2017 ante la Tercera Subcomisión Mixta de Presupuestos, en el Congreso.
Aún así, expertos aseguran que el próximo año igualmente habrá déficit porque las alzas en los costos del sector son superiores al de los productos en general, señala
El Mercurio.
Así lo cree Luis Castillo, ex subsecretario de Redes Asistenciales, quien plantea que esta situación "es, con suerte, un presupuesto de mantención, que además reduce de manera muy importante los recursos en el subtítulo 31 (que es el que distribuye los dineros para la construcción de infraestructura, como hospitales y consultorios)".
De acuerdo con el proyecto de ley, el presupuesto para inversiones en infraestructura (incluida la atención primaria y la secundaria) el próximo año experimentará una baja de 31,8% respecto a 2016, con lo que contará con $349.553 millones (en 2016 la ley contemplaba $512.759 millones para este ítem).
En la misma línea, Manuel Inostroza, académico de la U. Andrés Bello, asegura que "el IPC de salud está siempre sobre el de economía" y afirma que la expansión que se experimentará el próximo año no necesariamente significará más atención a los beneficiarios del sector público.
"Las partidas correspondientes a remuneraciones deben ser las que más crecen en proporción. Todo lo que no es inflación se lo están comiendo los recursos humanos, con una producción clínica más o menos estancada. Todo eso es aumento de costo; en el fondo, se hace todo más caro", plantea Inostroza.
Y agrega que "después de todo esto, para la operación propiamente tal, no queda margen. Por lo tanto, en la práctica parece un presupuesto más de mantención que de incremento para resolver listas de esperas".
El director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Óscar Arteaga, plantea que "lo primero que hay que entender es que un presupuesto es una expresión de deseo de lo que quieres y puedes hacer. No se le puede pedir más. Por eso, un aumento de 4,9% es importante considerando el escenario del país. Eso sí, no es suficiente. Si se compara con los países de la OCDE, el gasto público de salud en Chile sigue siendo sumamente bajo y si se construyen más hospitales, si se contrata más personal el gasto va a aumentar. Lo deseable aquí es que los próximos gobiernos sigan invirtiendo de una forma similar o mayor".
Énfasis 2017
Las autoridades de Salud ayer detallaron ante el Congreso los tópicos en los cuales se concentra la expansión presupuestaria para 2017.
Entre ellos, la ministra Castillo destacó glosas nuevas que buscan mejorar el control sobre el gasto de los hospitales regulando las compras de servicios a privados (clínicas y sociedades médicas) y concentrando la adquisición de insumos y medicamentos a través de Cenabast.
Además, la secretaria de Estado aseguró que habrá $12 mil millones para mejorar las coberturas de algunas patologías incluidas en el Plan Auge, $221 millones para fortalecer la secretaría técnica del AUGE, que pasará a depender directamente del gabinete de la ministra; y sostuvo que se trabaja en un programa piloto para atender a niños del Sename.
También se destinarán $567 millones para fortalecer la vigilancia del mosquito Aedes aegypti (capaz de transmitir el dengue o el zika); y $2.506 millones para mejorar la vigilancia sobre la marea.
