Raúl Maldonado, El Mercurio
SANTIAGO.- Varios factores hacen que la gestión de salud no sea fácil. Entre ellos se cuenta una cantidad de recursos humanos y financieros que está por debajo de lo que se requiere para atender las necesidades de la población y la imposición de plazos para resolver los problemas de salud garantizados en el plan AUGE.
Estos han hecho que los hospitales busquen vías distintas a las tradicionales —como son las leyes de los funcionarios públicos— para contratar más personal, por ejemplo, a través de honorarios o sociedades médicas.
Pero una auditoría del Ministerio de Salud que indagó en las compras que hacen los hospitales a esas empresas de médicos detectó situaciones como que funcionarios visan pagos desde los hospitales a empresas con las cuales tienen relación o que algunos profesionales realizan actividades para sus agrupaciones, en el horario en el cual deben trabajar para el hospital, señala "El Mercurio".
Y ahora, la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda aportó nuevos antecedentes. Un análisis de esa repartición —cuyo objetivo era medir los factores que inciden en el endeudamiento de los hospitales— detectó la fuerte presión presupuestaria que ejerce el gasto en personal en los hospitales, entre otras razones, por el pago de sueldos a profesionales que tienen doble contrato con los establecimientos asistenciales.
El estudio expone que, entre enero de 2013 y diciembre de 2015, la cantidad de médicos que tienen cargos de planta o a contrata en los hospitales y que, a la vez, tienen contratos a honorarios casi se triplicó, pasando de 1.561 a alrededor de 4.400.
Si se considera que en los hospitales del país hay cerca de 16.700 facultativos contratados, entonces uno de cada cuatro profesionales mantiene doble contrato con esa institución.
Exclusividad y pago por producción
Además, la Dipres muestra que el gasto de los hospitales en compras de prestaciones creció de $7.829 millones en 2008, a $33.616 millones en 2015. Y de ese último monto, el 18% se le ha pagado a personal interno, es decir, a profesionales que ya tienen relación contractual con el recinto.
El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, admite que cada vez son menos los facultativos que trabajan a jornada completa (44 horas semanales) en los hospitales y que, "como el Ministerio de Salud tiene que bajar la lista de espera y no alcanza en el horario institucional, tiene que buscar por otras vías".
Ante ello propone que se cree un incentivo (mayores sueldos) para quienes tengan dedicación exclusiva en el sector público, "para médicos y otros funcionarios, porque desgraciadamente sabemos que hoy el 57% de los médicos está trabajando solo en el sector privado", dice.
Rafael Urriola, encargado de salud de la fundación Chile 21, cree que establecer la dedicación exclusiva podría generar una fuga de médicos desde el sector público, pero plantea que "se debiera avanzar en relacionar los contratos o los pagos, con la cantidad de prestaciones que se hacen. El estudio de la Dipres lo plantea: uno de los problemas es que no es posible evidenciar una correlación entre aumento de gasto en personal con una mayor producción asistencial".
En tanto, para el decano de Medicina de la U. San Sebastián, Luis Castillo, "este tipo de contratación puede justificarse en algunos casos, por ejemplo, donde los especialistas son tan pocos y no existen prestadores privados que la única forma de tener más horas es fuera del horario institucional".
El problema, plantea el también ex subsecretario de Redes Asistenciales, es que "falta regulación y gestión. En vez de usar este mecanismo como herramientas de gestión, negociando buenos precios con los médicos, se desincentiva el trabajo al interior del hospital y se terminan reventando los presupuestos".
De hecho, los hospitales tienen una dotación a honorarios máxima autorizada en sus presupuestos, pero según la Dipres, en el último año, el gasto sobrepasó en 233% el dinero asignado.