Rafael Garay fue detenido ayer en Rumania y hoy enfrentará a la justicia de ese país.
El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- El próximo jueves 24 de noviembre Rafael Garay será formalizado en ausencia en Chile por 37 estafas que habrían causado un perjuicio de unos $1.800 millones a sus supuestas víctimas.
Para poder traer de vuelta al ingeniero comercial que fue detenido ayer en Rumania tras dos meses de búsqueda gracias a una orden de captura internacional, el fiscal jefe de la Fiscalía de Santiago Centro, José Morales - quien dirige un equipo de la PDI- reconstruyó qué ha sido de Garay desde octubre de 2011, cuando creo su empresa Think & Co. Antecedentes que serán presentados ante el juez.
Según relata hoy
El Mercurio, el equipo ubicó a la primera persona que el autodenominado economista presuntamente habría captado para ofrecerle asesorías de índole económica. Se trata de una mujer llamada Regina.
De acuerdo con la pesquisa, Garay ofrecía sus servicios a conocidos o a aquellos que se le acercaban en busca de consejos de inversión. "Era una cantidad controlada, pues no implica a público general", afirmó una fuente del caso.
La indagación ha establecido que les decía a los interesados que tenía un grupo de 50 clientes selectos y otro en que había unos 500, lo que eran comunes y corrientes.
Garay supuestamente contactaba a sus posibles clientes, los llamaba y les indicaba que en ese momento se había producido un cupo para invertir en las carteras de los clientes selectos.
Según se ha establecido, el empresario no firmaba los contratos con sus inversionistas en su oficina. Él prefería hacerlo en cafés del centro de Santiago o en malls.
Y cuando algún cliente pedía que se le devolviera su dinero, Garay le pasaba la cantidad solicitada e inmediatamente buscaba a otro inversos para cubrir la suma. "Había casos en que no lo hacía y los convencía de que el interés iba creciendo", dijo una fuente al diario.
La anécdota del fiscal
Hace unos días el fiscal Morales le contó a un policía una anécdota que descubrió tras revisar las cuentas de Garay.
El persecutor recordaba que se había encontrado con él en un cine de un mall de la zona oriente, pero entonces no tuvo claridad si efectivamente era el empresario y rostro de televisión.
Igualmente se compadeció por su enfermedad: "es joven y está tan enfermo", pensó en ese momento sobre el ingeniero que hace unos meses había publicado a través de su Facebook y entrevistas televisivas que padecía de un cáncer terminal (situación que al parecer sería descartada gracias a la investigación).
Después le llegó la causa y Morales tras revisar la cartola bancaria de Garay y la suya, confirmo que era él: ambos tenían un pago en la misma fecha y película.