Cristián Zúñiga, El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Después de 10 años de propuestas, un concurso de arquitectura, una nueva concesión y reestudios, finalmente comenzaron las obras para construir el nuevo aeropuerto de Santiago.
Este terminal aéreo buscará resolver la urgente necesidad de mayor capacidad que enfrenta el creciente número de pasajeros de avión: hoy se realiza un viaje al año por chileno (16 millones), exactamente la capacidad máxima que puede acoger el edificio actual, diseñado en 1994 para tres millones de pasajeros al año. Los conservadores cálculos de la época proyectaban alcanzar los nueve millones en 2030, cifra a la que se llegó a comienzos de la década pasada, señala "
El Mercurio".
El futuro recinto casi duplica la capacidad actual hasta 30 millones en 2020, con un edificio de 157 mil m2, que se sumará a los 110 mil m2 actuales. Sin embargo, fuentes de las aerolíneas prevén que en cuatro años el flujo de pasajeros ya ronde la cifra proyectada.
Nicolás Claude, gerente general de la concesionaria Nuevo Pudahuel, explica que las obras que comenzaron corresponden a la construcción de los espigones C y E, que se ubicarán en la zona poniente. Luego se continuará con los situados al oriente.
"Cuando los espigones estén construidos, los números de mangas de embarque crecerán de los 18 actuales a 67. Esperamos que el uso de estacionamientos remotos para aeronaves que requieran trasladar a los pasajeros en autobús sean casi inexistentes", adelanta.
La obra de US$ 900 millones convertirá al aeropuerto en el más moderno de Sudamérica, según el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
"Vamos a volver a estar entre los 100 mejores aeropuertos del mundo. La obra considera distintas etapas hasta que terminemos el aeropuerto en 2020, y por la magnitud de la operación, la vamos a ir entregando de a poco, en la medida que haya áreas de servicio listas", explica.
El momento más crítico de la intervención se anticipa para fines del primer semestre (junio), cuando se cierre el sector de estacionamientos y se construya el terminal internacional. En ese momento se habilitará un aparcadero remoto en las cercanías del acceso. Desde ahí saldrán buses gratuitos cada 10 minutos hasta el terminal aéreo.
Claude anticipa que habrá un centro de información en el primer piso del aeropuerto, donde se dará a conocer el plan de contingencia, además de noticieros en plataformas digitales, con el objetivo de mitigar los impactos negativos entre los viajeros.
