Braulio Jatar, periodista chileno detenido en Venezuela
El Mercurio
SANTIAGO.- Aislado. Sin luz natural y sin ventilación. En una celda minúscula, que cuenta con una cama y una ampolleta de luz blanca que es encendida o apagada por los gendarmes.
Le cortan el pelo al rape cada semana. Se le prohíbe leer y escribir. Y solo puede recibir una visita de su señora cada dos semanas.
Así describe Claudia Jatar a "
El Mercurio" la dramática situación de su padre, privado de libertad hace 89 días y hoy en la cárcel de Cumaná, un penal para reos de alta peligrosidad, al oriente de Caracas.
Braulio Jatar Alonso, el periodista chileno-venezolano fue detenido en un operativo del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin) la mañana del 3 de septiembre, cuando se dirigía a su programa de radio.
Cuando fue aprehendido, relata su familia, su auto fue incautado inmediatamente por la policía, sin ser revisado en el momento.
En el cuartel de la policía de Isla Margarita le informaron que se le acusaba de legitimación de capitales. Su hermana, Ana Julia Jatar, dice que lo acusan de haber llevado un maletín con 20 mil dólares en el interior de su vehículo, cuestión que, afirma, es completamente falsa.
Braulio Jatar fue detenido al día siguiente de que el portal de noticias Reporte Confidencial, del que es dueño y director, publicara imágenes de un masivo cacerolazo con que los vecinos de Villa Rosa, en Isla Margarita, recibieron al Mandatario Nicolás Maduro.
Las condiciones carcelarias que vive, según explica su familia desde ese país, son extremas.
Deterioro en su salud
El periodista ha perdido veinte kilos desde que fue recluido, relata Claudia Jatar. Y, en los últimos días, su salud se ha deteriorado. "Él sufre de hipertensión severa, deshidratación, apnea de sueño y tiene problemas lumbares", afirma su señora, Silvia Martínez.
"La doctora que evaluó a Braulio esta semana comentó que el deterioro físico es grave. Sin embargo, no ha habido manera de que los abogados de la defensa hayan podido conocer cuál es el resultado de su evaluación y eso nos crea suspicacia", afirma Martínez.
Carolina Arias, periodista y compañera de Jatar en su programa, dice solo rezarle a Dios para superar este momento. Ella estuvo ahí esa mañana de septiembre, cuando Jatar no alcanzó a llegar a la radio. "Es muy triste lo que está pasando, dan ganas de llorar; cada minuto que pasa, Braulio tiene más posibilidades de morir. Yo solo espero que salga con vida", afirma Arias desde Isla Margarita.
Ni libros ni hojas en blanco
La familia del periodista y su defensa han declarado que ha sufrido también tortura psicológica. Fue aislado de su familia por 71 días y hoy solo le permiten una llamada al mes, una visita conyugal y una visita familiar. No se autoriza que lo visiten hombres, así que sus hijos no pueden asistir al penal. A su hijo de 10 años no le permiten la entrada por ser menor de edad.
No se admiten tampoco libros, ni hojas en blanco en su celda. Por las mañanas, afirman que tiene media hora para salir a un patio del penal para luego volver al encierro.
"Después de no poder verlo por 71 días, cuando por fin lo vi en una visita oficial a la cárcel, le llevé tres libros de Historia y algunas hojas en blanco. Todavía no se los han dado, están esperando una orden de Caracas…", lamenta su hija.
Silvia Martínez es enfática: "No hay ninguna razón por la cual debiese estar preso allí, informar no es delito en ningún país democrático. Al revisar el expediente, jurídicamente allí no hay ningún delito tampoco. ¿Entonces por qué está preso Braulio Jatar?".
