"Yo creo que no va a haber ley", dice desesperanzado Miguel Yaksic, director del Servicio Jesuita a Migrantes.
Claudio Cortés, El Mercurio
SANTIAGO.- Incredulidad. Ese es el concepto que define las expectativas de las organizaciones migrantes frente al anuncio que hizo ayer La Moneda, respecto de que le dará prioridad al proyecto que actualizará la actual Ley de Migraciones —que data de 1975, la más antigua del continente, junto con la de Brasil—, durante el último año de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
Múltiples anuncios sobre la iniciativa hacen dudar a estas agrupaciones, que solicitan que se incorpore "una mirada de Derechos Humanos" en la próxima legislación, señala "
El Mercurio".
"El Gobierno prometió el ingreso el año pasado. Después, el 31 de marzo de este año; y luego escuché a la Presidenta decir que iban a ingresarla al Congreso. Luego, el director de Extranjería dijo que no iba a haber ley… Y la verdad, yo creo que no va a haber ley", dice desesperanzado Miguel Yaksic, director del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM).
El ejecutivo asegura que su hipótesis se sustenta en que el Ministerio de Hacienda les habría señalado que no hay presupuesto para implementarla, porque supone la puesta en marcha del Servicio Nacional de Migraciones, lo que requeriría recursos. "Y, además, no creo que el Gobierno quiera embarcarse en otro tema complicado", asegura.
No obstante, esta organización espera que de presentarse un proyecto, este promueva el apoyo a los inmigrantes. "Necesitamos una ley con un sistema de visas moderno y ágil", sugiere el director del SJM.
La presidenta del Consejo Consultivo Nacional de Migraciones de la sociedad civil, Tatiana Albuja, también se muestra escéptica frente a las declaraciones de Mahmud Aleuy, quien se refirió a la prioridad que se le dará a la iniciativa.
"En la última reunión con el ministro Mario Fernández, nos dijo que no tenía fecha. Entonces, que hoy día, con la presión que está haciendo la derecha, con estas nuevas normas y restricciones, el subsecretario diga que va a haber ley, realmente no nos da mucha confianza", reconoce la ecuatoriana, quien vive en Chile desde 1994.
Albuja advierte que la ausencia de una normativa que se adapte a la época actual facilita el surgimiento de irregularidades.
"Los únicos que tienen claro aquí que la migración no va a parar son los traficantes de personas. Ellos saben que mientras más restricción, el negocio para ellos va a ser mucho más rentable", añade.
En tanto, el párroco de la Parroquia Latinoamericana, Marcio Toniazzo, también manifiesta sus dudas sobre el envío del proyecto de ley de migraciones al Parlamento.
"Ojalá que saliera la ley que hace tanto tiempo anda dando vueltas. En todos los congresos que hacemos se habla de ella, pero se ha generado un descrédito y duda de que pueda salir… Quizás es un tema de política y de que da miedo hablar sobre migración", señala el sacerdote.
Toniazzo advierte que la contingencia puede ser el factor que impulse este tipo de anuncios, por lo que solicita que realmente se ingrese el proyecto.
"Quizás pasado mañana nos podríamos estar olvidando de todo esto (…). El país tiene que entender que en estas personas no se invirtió nada y viene con un aporte profesional, con experiencia cultural y humana que puede marcar una diferencia en el país", dice.