SANTIAGO.- El reciente caso de un niño de dos años que fue sustraído desde un jardín infantil de Talagante por personas que no estaban autorizadas, lleva a preguntarse cuáles son los protocolos que tienen esos recintos para evitar ese tipo de situaciones.
Según informan en la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), ellos cuentan con un protocolo sobre las acciones que debe realizar el personal frente al retiro de los menores, el que se aplica en todos los establecimientos que pertenecen a la Junji, que son cerca de 3 mil en todo el país.
Éste indica que el personal debe "entregar al niño al apoderado o a las personas autorizadas según consta en la Ficha de Matrícula, quien debe ser mayor de 18 años y presentar carné de identidad para el retiro del párvulo".
En caso de que el niño sea retirado antes del término de la jornada, se especifica que esto "debe ser comunicado por escrito por la familia en la libreta de comunicaciones" y que "la educadora entregará al niño sólo a su responsable o a las personas autorizadas, según consta en la ficha del párvulo, y con la presentación de la cédula de identidad". Además debe dejar constancia de la situación en el libro del establecimiento, "registrando nombre del párvulo, nombre y firma de la persona autorizada, fecha y hora de retiro, y motivo".
La vicepresidenta ejecutiva de la Junji, Desirée López de Maturana, afirma que este protocolo "es una herramienta útil para resguardar la seguridad de los párvulos", aunque reconoce que "este instrumento siempre debe ser reforzado, actualizado y dialogado con las comunidades educativas".
En la misma línea, la subsecretaria de Educación Parvularia, María Isabel Díaz, asegura que están "fortaleciendo prácticas relacionadas con la protección de los niños dentro de los establecimientos".
¿Y qué pasa en los jardines privados?
En tanto, en el caso de los jardines infantiles privados, si bien la Junji les solicita contar con un reglamento interno, no se fiscaliza específicamente que éstos tengan un protocolo sobre este tema. De todas formas, López de Maturana afirma que "la gran mayoría de los jardines infantiles empadronados por la Junji (con rol Junji) cuentan con protocolo de ingreso y salida" de los niños.
Es el caso del jardín infantil "San San", de la comuna de Vitacura, que elaboró su propio procedimiento para estos casos. Allí, al momento de matricular a un niño, el apoderado debe completar una ficha de ingreso, donde debe informar quiénes son las personas autorizadas para retirarlo en forma habitual y su relación o parentesco con él. También consultan expresamente por las personas que no están autorizadas para retirar al menor o visitarlo en el jardín.
"Hemos tenido que negarnos a entregar niños por prevención, principalmente porque los apoderados olvidaron avisar que vendría una persona desconocida"
Francisca Vigorena, jardín "San San"
La directora pedagógica del jardín, Francisca Vigorena, explica que a las personas que retiran habitualmente a los menores no les solicitan la cédula de identidad, ya que "conocemos personalmente a cada apoderado y se mantiene una relación cercana con las familias".
No obstante, en caso de que alguien nuevo vaya a retirar al niño, el apoderado debe notificarlo por escrito y a esa persona sí le solicitan la cédula. "No confiamos en la identidad sin corroborar", dice la encargada. De todas formas, comenta que "generalmente, cuando una persona desconocida viene a retirar a los niños, primero viene acompañada por los padres, que la presentan al personal".
Dice que, en casos fortuitos, los padres pueden avisar desde su celular –ya que tienen todos los teléfonos registrados– que alguien nuevo retirará al menor. En esa situación también le pedirán comprobar su identidad, pero además aseguran que "siempre estamos atentas a la reacción de los niños" frente a esa persona.
Finalmente, si alguien desconocido llega a retirar al niño sin previo aviso, no se le permite el ingreso y se llama se llama de inmediato a los apoderados (al celular).
La encargada del jardín cuenta "si bien no ocurre diariamente, hemos tenido que negarnos a entregar niños por prevención, principalmente porque los apoderados olvidaron avisar que vendría una persona desconocida; pero en general trabajamos en conjunto con las familias y otras instituciones para garantizar la seguridad y bienestar de nuestros niños".