SANTIAGO.- A las 11:00 horas del viernes recién pasado, el Capitán Juan Pablo Hernández ingresó al Bar Lácteo -como se le conoce al lugar de encuentro al interior de la Escuela de Carabineros- y le pidió un cigarro a uno de los aspirantes, quien luego salió del local.
Viéndose solo, el capitán sustrajo de la caja $30.000, para luego retirarse de las instalaciones.
El hecho hubiese pasado desapercibido de no ser que tres aspirantes del tercer Escuadrón Logístico de la Escuela de Carabineros revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Ya detenido y tras haber entregado el dinero, Hernández pidió que se le diera de baja.
El oficial quedó en libertad por orden del Fiscal de la Sexta Fiscalía Militar de Santiago, además de abrir un sumario administrativo. Este lunes 12 de diciembre, Hernández fue citado a declarar.